Los restos de una de las víctimas del asesino en serie John Wayne Gacy han sido identificados más de 40 años después gracias a los esfuerzos de la organización sin ánimo de lucro Doe Project (DDP) y las autoridades de Illinois. Hace 40 años se encontraron algunos huesos de Francis Wayne Alexander en el sótano de la casa del asesino, aunque no habían podido ser identificados hasta ahora.
Conocido como 'Pogo el payaso', Gacy fue condenado a la pena capital por matar a 33 jóvenes y niños entre 1972 y 1978, lo que lo convirtió en uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia de EEUU. Fue ejecutado en 1994.
La víctima tenía 21 o 22 años cuando Gacy acabó con su vida en algún momento entre principios de 1976 y mediados de 1977, según detalló el sheriff del condado de Cook, Tom Dart. El último registro conocido de la vida de Alexander fue una multa de tráfico recibida en Chicago en enero de 1976, año en el que los registros financieros revelaron que obtuvo pocos ingresos.
Las circunstancias por las que Francis Wayne Alexander se cruzó con el asesino son un misterio, ya que todo lo que dicen saber las autoridades es que "vivía en un área que era frecuentada por Gacy y donde otras víctimas identificadas habían vivido anteriormente".
Los restos de la víctima número 5
Los restos de la víctima número 5, como constaba en los registros, fueron hallados entre otros 26 por la Policía en 1978 en un espacio debajo de la casa de Gacy en las afueras de Chicago. Sin embargo fueron enterrados antes de que los investigadores pudiera determinar su identidad. Los esfuerzos conjuntos de la Policía y la DDP -una organización que utiliza información genética para localizar a familiares de personas fallecidas- han permitido identificarlos ahora.
La organización comparó el perfil de ADN de los restos de la víctima con los perfiles de un sitio web de genealogía, lo que los llevó hasta la familia del fallecido. Con los resultados de las pruebas genéticas, los registros financieros, los informes 'post mortem' y otras informaciones adicionales, los investigadores pudieron confirmar que los restos pertenecían a Alexander.
En un comunicado, Carolyn Sanders, hermana de la víctima, agradeció a la oficina del sheriff por darle a la familia cierto nivel de "cierre". "Es difícil, incluso 45 años después, saber el destino de nuestro amado Wayne. Fue asesinado a manos de un hombre vil y malvado", expresó.