Humala, un militar retirado de 49 años, tomó posesión de su cargo en una sesión solemne de la que estuvo ausente su antecesor, Alán García, quien decidió romper con la tradición y no asistir a la investidura del líder nacionalista para evitar ser abucheado. La Constitución de 1993 -que sustituye a la de 1979- fue redactada por el Congreso Constituyente Democrático después del famoso "autogolpe" con el que Fujimori disolvió el Parlamento, uno de los hechos históricos más polémicos de la historia reciente de Perú. La nueva Carta Magna -vigente todavía- fue aprobada en 1993 en un referéndum con el 52,24 por ciento de los votos.
Los ánimos se caldearon hasta tal punto que el titular del Congreso, Daniel Abugattás, tuvo que exigir orden a todos los presentes, aunque sin mucho éxito porque los vicepresidentes Marisol Espinoza y Omar Chehade también invocaron la Carta Magna de 1979 cuando juraron ante la nación enardeciendo aún más a los 'fujimoristas'.
Al igual que durante su campaña, el mensaje del líder nacionalista estuvo enfocado en hablar sobre los graves problemas derivados de la pobreza y la exclusión social en esa nación sudamericana, a pesar del inédito impulso que ha tomado su economía en los últimos años.
Humala, un político de izquierdas, es ahora presidente de una de las economías que más prospera en el mundo gracias a las políticas puestas en marcha por sus antecesores, las cuales abrieron la puerta a millonarias inversiones en sectores clave como la minería.
Los esfuerzos del nuevo gobierno estarán dirigidos a "los más frágiles" porque "la democracia peruana será plena cuando la justicia y la paz social, la soberanía nacional y la seguridad en nuestras familias constituyan el zócalo de nuestra nación, cuando la igualdad sea patrimonio de todos y la exclusión social desaparezca, aún de los lugares más remotos del país", ha dicho.
Durante su campaña y después como presidente electo, Humala intentó convencer a los peruanos y a la opinión pública internacional de que su gobierno se alejará de los modelos instaurados por Hugo Chávez en Venezuela y Raúl y Fidel Castro en Cuba y se inclinará más hacia la izquierda que tanto éxito dio a Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.
Humala se ha mostrado a favor de tomar medidas para que no prescriban los delitos de corrupción, uno de los principales retos que han tenido que afrontar los jefes de Estado peruanos en las últimas décadas y una de las principales críticas y preocupaciones de la población.
"Defiendo la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción en agravio del Estado y la inhabilitación a perpetuidad contra sus autores o cómplices para evitar el perjuicio futuro de la gestión publica", ha manifestado el nuevo presidente.
"Los aumentos deberán propiciar un proceso continuo de revalorización del salario básico ligado a la productividad del crecimiento económico", ha enfatizado el militar retirado.
"Los adultos mayores, pobres y sin beneficio del Estado recibirán la solidaridad de la nación. Esas personas mayores en pobreza exigen la acción social impostergable (...) Y su implementación será inmediata y progresiva", ha declarado.
Así, ha sintetizado su plan de gobierno en "reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación".
La investidura ha tenido lugar en el Congreso peruano. García confirmó su asistencia como mandatario saliente a la espera de que la oposición no le abuchease, aseveró hace unos días.
Han confirmado su presencia los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; de Honduras, Porfirio Lobo; de Panamá, Ricardo Martinelli; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Brasil, Dilma Rousseff; de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Guatemala, Álvaro Colom; y de Paraguay, Fernando Lugo, entre otros. En representación del gobierno de los hermanos Castro estará el vicepresidente cubano, José Ramón Manchado.
Al finalizar la ceremonia, Humala asistirá a su primera reunión extraordinaria del Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se celebrará en la sede del Ejecutivo peruano en Lima.
Pero esto no evitó las controversias que surgieron por la repentina decisión de Humala de salirse del protocolo gubernamental y jurar como jefe de Estado sobre una Carta Magna que no está en vigor desde hace más de 18 años, en un claro desaire a las políticas instauradas por el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000).
"Ejerceré fielmente el cargo de Presidente de la República, que me ha confiado la Nación por el periodo presidencial 2011-2016 (...) honrando el espíritu, los principios y los valores de la Constitución de 1979", ha leído Humala.
Estas palabras generaron una atmósfera de confusión en el Parlamento por los gritos y aplausos de los legisladores y miembros de la coalición que asumió el poder -liderada por la alianza Gana Perú- y por las protestas de los congresistas del 'fujimorismo', que no tardaron en levantar la Constitución en vigor y mostrarla a todos los presentes.
Acabar con la exclusión
Una vez superado estos incidentes, Humala se dispuso a dar su primer discurso a la nación como presidente de Perú proclamándose "soldado de la República" y "celoso guardián del Estado de Derecho, los principios democráticos y la libertad de expresión", al tiempo que ha decretado "el inicio de una nueva época" y de la "gran transformación".
"Dedicaré mi energía para asentar las bases para que borremos definitivamente de nuestra historia el lacerante rostro de la exclusión y la pobreza , construyendo un Perú para todos", ha prometido frente a jefes de Estado de más de una decena de países.
El nuevo mandatario ha garantizado que los cambios serán para favorecer a los más pobres y no trastocarán el exitoso rumbo que ha mantenido la economía peruana. "Tendremos una economía de mercado abierta al mundo y el Estado será el promotor del progreso social", ha asegurado.
El crecimiento medio anual de la economía de Perú es de un siete por ciento con un máximo histórico del diez por ciento en 2008 . Los ministros entrantes se han comprometido a trabajar para que este año sea de un mínimo del seis por ciento.
Asimismo, Humala ha aclarado que su administración cumplirá con los acuerdos comerciales suscritos "con países y bloques amigos", aunque esto no quiere decir que imitará a otros gobiernos. "No habrá calco ni copia, sino creación heroica", ha subrayado.
Corrupción
En este sentido, ha sugerido revocar las penas condicionales en estos casos para que la prisión se cumpla de "manera efectiva" y ha abogado además por eliminar los beneficios penitenciarios para los corruptos, lo que podría interpretarse como una alusión a Fujimori, quien disfruta de ciertas ventajas en la prisión donde cumple una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad.
Salario mínimo
Uno de los primeros anuncios ha sido el aumento del 25 por ciento del salario mínimo, comenzando el próximo agosto con incremento del 12,5 por ciento, es decir, 75 soles (19 euros). El sueldo base actualmente es de 600 soles (unos 152 euros).
También ha anunciado la puesta en marcha de programas sociales como Pensión 65, Cuna Más y Beca 18, como parte de su política de inclusión social. Según Humala, este tipo de estrategias permitirán al gobierno llegar a los más necesitados.
Investidura
El Príncipe de Asturias representa a España en la toma de posesión . Según informan medios locales, Don Felipe ha sido el primero de los invitados en llegar a Perú. Se espera que antes de la investidura se reúna con García, informa la agencia oficial Andina.
El gran ausente es Chávez, quien se encuentra bajo reposo médico tras haber sido sometido en Cuba a la primera de las varias sesiones de quimioterapia por un cáncer que le fue diagnosticado el pasado junio.