Después de que los egipcios desafiaran este viernes el toque de queda declarado por el Gobierno para todo el país, Hosni Mubarak se ha visto obligado a comparecer en televisión y dar una respuesta a las violentas revueltas desatadas esta semana al calor de los disturbios en Túnez. Tras reconocer que está "preocupado" por las movilizaciones de los últimos cuatro días, ha dicho que él "siempre" ha estado "al lado de la gente". "Y seguiré haciéndolo", ha añadido.
En un paso similar al del ex presidente tunecino Ben Alí antes de abandonar el país, Mubarak -desaparecido durante los primeros días de manifestaciones- ha anunciado la formación de un nuevo Ejecutivo para este sábado y ha declarado su compromiso con el cambio exigido por los egipcios. "Vamos a continuar con esta política de reformas para buscar una sociedad libre", expresaba el presidente, que también ha avisabado de que el cambio no puede llegar a través del caos, sino del diálogo. El lider egipcio ha lamentado "las víctimas inocentes de ambos bandos" y ha asegurado que las manifestaciones "no deberían haberse producido".
"Estoy muy motivado para dirigir al país hacia las reformas necesarias" , ha asegurdo Mubarak. "Reaccionamos rápido cuando vimos que la dirección no era la correcta", ha explicado. El dirigente, al frente de Egipto desde 1981, ha prometido que sus metas, a partir de ahora, pasan por "el respeto a la ley, el trabajo y la democracia".
"La soberanía será devuelta al pueblo"
Hosni Mubarak sigue al frente del Gobierno para reconducir la situación dl país porque, ha asegurado, "se siente en la obligación" de hacerlo. Y ha afirmado que "la soberanía será devuelta al pueblo".
El presidente Mubarak se ha comprometido a reducir el desempleo y a mejorar la educación y el sistema sanitario, además de tomar "todas las medidas para mantener la seguridad y la libertad" en el país. IM