El pasado viernes 19 de noviembre se celebraba la revisión de la custodia de los dos hijos de Juana Rivas en la Corte de Apelación de la ciudad italiana de Cagliari, donde está abierto el caso civil de la patria potestad. Los menores viven con el padre en Cerdeña tras una sentencia provisional en 2017 y una firme en 2019. La defensa de Juana Rivas pedía ese día que se “trasladase inmediatamente a los niños a España con su madre” tras la decisión del Gobierno de conceder el indulto parcial que eliminaba la inhabilitación de la custodia que pesaba sobre la granadina.
Se acaba de conocer el primer veredicto de la magistratura italiana que, según indican las fuentes, sería por primera vez favorable a Juana Rivas. La sentencia firme no se conocerá hasta el mes de marzo pero, a día de hoy, se establece que los menores pasarán todas las Navidades en España con su madre para volver luego a Cerdeña en enero. Hasta este momento, los periodos vacacionales estaban divididos entre los dos progenitores. Pero, por primera vez, tras las múltiples pruebas e informes aportados por la defensa de la granadina, la magistratura pone especial atención a la salud y bienestar de los menores. La defensa reconoce un enfoque diverso en esta sentencia a espera de que en marzo se conozca el veredicto final y, también, a la espera de que la situación de Juana se normalice por completo, ya que ahora se encuentra aún en libertad parcial.
En Italia el único proceso que ha estado en marcha durante todos estos años ha sido civil, vinculado a la custodia de los menores. Rivas confesaba en su primera entrevista tras el indulto haber intentado declarar y denunciar la violencia que habrían sufrido ella y sus hijos y que la Corte italiana nunca quiso escuchar su declaración, ni abrir un caso penal. Ninguna de las denuncias de violencia que habría interpuesto en Italia han tenido recorrido, aunque la defensa insiste en las pruebas y cuenta a su favor con la sentencia firme por violencia de género que pesa sobre Francesco en España del año 2009.
Ha generado mucha contradicción las dos posiciones contrapuestas de la justicia italiana y española. En el primer caso, se concedió en 2017 la custodia al padre, Francesco Arcuri, a pesar de que existía una sentencia por violencia de género en su contra en España, justicia que además, desde el mes de septiembre, prevé la imposibilidad de un padre vinculado a un proceso de maltrato de ver a sus hijos. Asimismo, en España estaba abierto un proceso penal que condenaba a la granadina por sustracción de menores, pero que ha sido enmendado con la medida de gracia por excelencia del Estado, el indulto, que, en este caso parcial, reducía su pena y posibilitaba de nuevo su acceso a la custodia.