Sobrecogedor suceso en Irán, donde Maryam Karimi, una mujer que estaba acusada de haber asesinado a su marido, el cual la maltrataba, ha sido ejecutada por su propia hija bajo el amparo de la ley iraní denominada qisas, que esencialmente responde al denominado ‘ojo por ojo’.
De hecho, la ley qisas, que en árabe significa “igual respuesta”, invita a los familiares de la acusada o acusado de asesinato premeditado, –dado que no hacen distinción entre homicidio y asesinato, como informa Daily Mail haciéndose eco de la noticia–, a acudir y además tomar parte en su ejecución.
De acuerdo a esta ley, –denunciada en múltiples ocasiones por representantes de Derechos Humanos–, la joven tenía la opción de perdonar la vida a su madre a cambio de una retribución que denominan ‘dinero de sangre’, –la diya–, pero se negó. De este modo, tomó parte directa en su ejecución, convirtiéndose en su verduga en la Prisión Central de Rasht, al norte de Irán.
Según apunta Daily Mail, no obstante, ni siquiera estaba completamente claro que hubiese sido Maryam Karimi la que mató a su marido, dado que se cree que, de hecho, pudo haber sido su padre, Ebrahim. Habría sido él quien mató a su yerno por no aceptar el divorcio y amenazar y abusar de su hija.
Sin embargo, y pese a todo, la autoría de la muerte del hombre, padre de su hija, se atribuyó a Maryam, que fue procesada inmediatamente. Su padre, Ebrahim, fue obligado a presenciar su ejecución, que tuvo lugar el pasado 13 de marzo.