¿Hay una 'quinta columna putinista' en Europa?
Partidos o políticos europeos que han mostrado sus filias con Vladimir Putin reaccionan de forma distinta a la guerra de Rusia contra Ucrania. Se les acusa de amenazar con romper la unidad occidental frente al Kremlin.
Desde Francia, donde la lideresa de la Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, segunda candidata más votada este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidencias francesas, hasta Hungría, donde el primer ministro Viktor Orbán, triunfador de las últimas elecciones legislativas de su país; Europa cuenta con lo que algunos entienden que es una “quinta columna” de políticos más o menos afines a Vladimir Putin.
Prestando atención esta suerte de “internacional putinista” lleva ya años el periodista y político ecologista austriaco Michel Reimon. En 2017 publicó un libro dedicado a los partidos de ultraderecha que, en Europa, no han dudado en acercarse al inquilino del Kremlin. Se titula Putin Rechte Freunde, o “Los amigos de derechas de Putin” (Ed. Falter Verlag, 2017).
MÁS
En el contexto geopolítico que impone la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania, estos partidos, ya sean de derechas o izquierdas, según Reimon, “amenazan la unidad” con la que la UE y los aliados occidentales están actuando frente a Moscú. De hecho, en el Parlamento Europeo, ya se ha visto a políticos de los extremos izquierdo y derecho del espectro político votar contra las sanciones a Rusia por su guerra contra Ucrania.
Reimon escribía sobre la “internacional putinista” especialmente movido por haber constatado la existencia en su país de un partido como el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) que, en tiempos del vicecanciller Heinz-Christian Strache, era especialmente “putinófilo”. “Strache era de los contactos austriacos más próximos que tenía Putin”, señala Reimon a NIUS. “Desde 2019, sin embargo, la situación ha cambiado, el FPÖ tiene un nuevo líder y no pertenece a los líderes más cercanos a Putin”, añade.
Alude al año en que Strache tuvo que abandonar la política por un caso de corrupción desvelado en Ibiza, y que de hecho se llama “Ibizagate”. Aquel caso supuso la ruptura de la coalición gubernamental entre el Partido Popular de Austria (ÖVP) y los populista del FPÖ.
El cambio de liderazgo en el FPÖ, ahora en manos de Herbert Kickl, no ha evitado que se vean las filias rusas de los populistas austriacos. De hecho, según Reimon, el FPÖ utiliza la propaganda rusa de medios de comunicación a sueldo del Kremlin, como Russia Today (RT) o Sputnik, “para argumentar sus posiciones”.
En lo relativo a la guerra de Rusia contra Ucrania, en los populistas de derechas austriacos, se desmarcan de la ya de por sí poco combativa línea del Ejecutivo que lidera el también conservador Karl Nehammer. “Austria es un país neutral. No enviamos soldados, pero apoyamos a Ucrania, no con armas, pero de otras formas”, plantea Reimon. “El FPÖ dice, por ejemplo que no hay que apoyar a Ucrania”, precisa.
La pandemia de la COVID-19, en Austria, donde se ha impuesto y después suspendido la vacunación obligatoria, ha dado lugar a la aparición de un partido llamado Personas, Libertad, Derechos Fundamentales (MFG, por sus siglas alemanas). Al igual que el FPÖ, esta formación – a la que los sondeos de intención de voto le han llegado a atribuir un 8% –, tiene una agenda anti-restricciones contra el coronavirus y, también, filias con Putin, según Reimon.
Contra las medidas anti-coronavirus y a favor de Putin
“Ese partido surgió de la pandemia y está muy alimentado por esos medios rusos. Las noticias que mandan y reparten en redes vienen de RT y Sputnik. Junto al FPÖ, es de los partidos que más se están pronunciando a favor de Putin. Está muy claro que están alimentados con propaganda rusa”, señala Reimon.
Según las cuentas de este diputado austriaco, MFG y el FPÖ, a largo plazo, van a influenciar la política austriaca, pues se les atribuye ya un 30% de la intención de voto. Aunque preocupado por el devenir de su país y la evolución de la “solidaridad” con Ucrania ante una guerra que califica de “inaceptable”, Reimon mira, sobre todo, inquieto a los resultado de las elecciones presidenciales francesas.
En Francia, Marine Le Pen, quien ha dicho que las “grandes líneas” que ella defiende son “las que defiende Vladimir Putin”, lograba en la primera vuelta de las elecciones presidenciales galas un 23,2% de los votos. Sólo consiguió más votos que ella el presidente y candidato a la reelección Emmanuel Macron (28%), según las estimaciones que se hacían en la noche electoral.
“Si termina ganando Le Pen las presidenciales, puede ser que la política europea cambie. Porque con una Francia menos consecuente contra Rusia, la política europea quedaría dañada, porque Alemania y Francia son los que más influyen en la política europea para el este”, según Remoin.
En París, Pascal Maurice, investigador del Instituto Francés para las Relaciones Internacionales (IFRI), no duda en poner a Le Pen en el destacado grupo de políticos que se pudiera tachar de “quinta columna” pro-Putin en Europa.
En Francia, la "quinta columna": Le Pen, Zemmour, Mélénchon, y parte de Los Republicanos
“Hay una quinta columna, a la que pertenecen Marine Le Pen, Eric Zemmour, de manera un poco más paradójica Jean-Luc Mélénchon, y una parte de la formación conservadora Los Republicanos”, dice Maurice a NIUS. En Francia, la guerra de Rusia contra Ucrania ha costado cara, sobre todos a Zemmour.
“Es cierto que las posiciones pro-Putin de algunos, como Zemmour, han tenido un efecto en su bajada en las encuestas, pero eso no es lo que más pesa en las elecciones. Porque las elecciones son una repetición de lo que vimos en 2017. A saber, un enfrentamiento entre quienes son favorables al liberalismo, a la democracia liberal y a la globalización frente a quienes proponen una reacción nacional y una prioridad nacional”, explica Maurice.
“Putin es un símbolo revelador de lo que pasa en Francia. Putin representa la oposición al Occidente a favor de Estados Unidos, democrático y liberal”, abunda el experto del IFRI. En una lógica similar está, en Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD). Pero como apunta con acierto desde Viena Reimon, “AfD no juega realmente un papel en la política alemana, no tienen tanta capacidad de influencia como Le Pen”.
Orbán, un caso emblemático, y aislado
Probablemente el caso más emblemático de un país que cuenta con un jefe del Ejecutivo con filias con la Rusia de Vladimir Putin es el del primer ministro húngaro Viktor Orbán. Él y su partido, Fidesz, salieron triunfantes hace dos domingos en las últimas elecciones generale
Orbán se volvía a imponer en las elecciones generales, las cuartas que gana de forma consecutiva, tras haber defendido en los últimos años una relación especial con la Rusia de Vladimir Putin. Frente a la guerra, Orbán defiende que “no hay que tomar partido”, apunta a NIUS desde Budapest István Hegedüs, presidente de la Sociedad Europea de Hungría, un think tank europeísta con sede en la capital húngara.
“Orbán no apoyó el envío de armas a través de Hungría, diciendo que no hay que tener que ver con el conflicto y ha acusado a la oposición de querer enviar tropas a la guerra”, apunta este experto. Con ese discurso triunfaba Orbán en las últimas elecciones generales.
“Orbán no llama a Putin agresor, y luego ha votado a favor de las sanciones”
Según Hegedüs, sólo un sector pequeño de Fidesz “cree que Putin es estupendo”. “Pero no lo hace por la propaganda de Rusia, sino por la propaganda del Gobierno de Hungría, que dice que Rusia es un socio”, dice este experto, quien descarta que su país esté “putinizado”. En su análisis, la política hacia Rusia es una apuesta personal de Orbán, un “político aislado” en Europa, sobre todo, en vista del particular papel que está adoptando Polonia.
El Ejecutivo polaco, al igual que el de Orbán, está enfrentado con las autoridades de la Unión Europea a cuenta de problemas con el respeto del Estado de derecho. Sin embargo, Varsovia, al contrario que Budapest, ha ganado relevancia internacional por su cercanía geográfica con el conflicto, su apoyo a Kiev y su activismo frente a Rusia.
“La influencia rusa en Hungría no está tan presenten en la opinión pública. La gente no es prorrusa aquí. Pero no ocurre como en Polonia, donde hay un sentimiento anti-ruso fuerte. Pero hay una conexión importante entre el partido Fidesz y Orbán y la Rusia de Putin. Y esto es otra cosa”, según Hegedüs.
Pese a que se intuye que líderes como Orbán pudieran minar la política de la UE frente a Rusia, Hegedüs, constata que, de momento, sus filias rusas no están impidiendo las sancione europeas. “Orbán no llama a Putin agresor, y luego ha votado a favor de las sanciones con los otros líderes europeos”, concluye Hegedüs.