En China, los habitantes de Shanghái siguen confinados y muchos ya se enfrentan a la Policía. Están en contra de las restricciones anticovid como colocar centros de aislamiento con pacientes contagiados junto a barrios residenciales. Otros se saltan el confinamiento impuesto el pasado 27 de marzo.
Un total de 25 millones de personas continúan confinadas en la ciudad china con más habitantes, uno de los núcleos financieros a nivel mundial. Las autoridades promueven la estricta política de 'cero covid'. Hoy se han vuelto a registrar casi 20.000 contagios.
Dado lo impredecible del abastecimiento, muchos residentes de la localidad más cosmopolita del gigante asiático explican que para lograr algo de alimentos frescos -tradicionalmente, el consumidor chino no compra congelados ni latas- han tenido que recurrir a formar grandes grupos en Internet para la compra al por mayor, a racionar los alimentos con los que cuentan e incluso al trueque.
En escenas similares a las que Occidente vivió hace dos años, en las redes sociales chinas circulan numerosos consejos sobre qué hacer en caso de que la aplicación de salud en el móvil, imprescindible para entrar casi en cualquier parte, muestre el temido color amarillo que denuncia el paso por una zona de riesgo o el posible contacto con alguna persona infectada.
En total, según los cálculos de los analistas del banco japonés Nomura, en torno a 373 millones de personas, o casi una cuarta parte de la población total de China, se encuentran confinadas total o parcialmente en 45 ciudades que acumulan el 40% del producto interior bruto (PIB) de la segunda economía del mundo.
Las autoridades chinas, recoge El País, calculan que el número de nuevas infecciones se mantendrá elevado a lo largo de los próximos días.