Guillem Colom: "Vladimir Putin no ha tenido una guerra relámpago y amenaza con escalar al hablar de nucleares"
Guillem Colom, doctor en Seguridad Internacional por la Universidad Pablo de Olavide, cree que la amenaza de escala nuclear es normal por parte de Putin
El experto considera que intenta ganar tiempo y que no cederá en sus pretensiones respecto a Ucrania
Rusia puede volver al telón de acero y Putin jugarse su futuro si fracasa
Guillem Colom, experto en Seguridad Internacional por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, profesor de Ciencia Política y codirector de THIBER The cybersecurity think-tank analiza para Informativos Telecinco la guerra entre Rusia y Ucrania. Lo primero que analiza es el temor ante la amenaza nuclear, al colocar el presidente ruso en alerta máxima a su país en este sentido. Las fuerzas de disuasión están especializadas en el lanzamiento de misiles balísticos y de crucero de gran alcance, y son las responsables del control habitual de armas nucleares y convencionales. "Ordeno que pongan las fuerzas de disuasión del ejército ruso en alerta especial de combate"., dijo Putin y EE UU respondió de inmediato. "Putin fabrica amenazas que no existen para justificar más agresiones".
El miedo al término nuclear nos retrotrae a otros tiempos, aunque Guillermo Colom señala que es normal esta forma de actuar con la que Putin quiere señalar sus intenciones y amenazar con escalar la guerra. Muestra su malestar por las sanciones".
"No ha sido la guerra relámpago que esperaba Putin"
En opinión del experto, tampoco la guerra ha sido relámpago como pudo esperar en un primer momento Putin, por lo que tiene que mostrar una firmeza. De ahí que en el encuentro con Ucrania nadie espere que ceda en sus pretensiones respecto a Ucrania, algo que es vital para la seguridad de Rusia, según ha manifestado Putin a su pueblo. De hecho, Putin puede volver a retrotraer a Rusia al telón de acero o a tener problemas si no logra sus objetivos. Al final, va a tener que lograr "una salida digna de esta guerra ya que el endurecimiento de las sanciones ha colocado al dirigente ruso en una situación delicada".
Lo que sí supone algo histórico es la posición de Alemania y su apuesta no solo por la venta de armas sino por reforzar su defensa y destinar un 2% del PIB a la misma. Es el detonante más llamativo como consecuencia de esta guerra.