Los militares de Rusia han comenzado a desminar el último reducto de la resistencia ucraniana en Mariúpol. Los soldados realizan explosiones controladas en la planta de Azovstal. Durante el fin de semana, según han informado, han destruido más de 100 artefactos. Necesitarán al menos dos semanas para limpiar el potencial peligro de la zona. Es la otra guerra, la de las minas.
Rusia y Ucrania colocan minas contra el otro bando
Y es que hay numerosas minas colocadas por ambos bandos. En otras localidades, como Bucha, las fuerzas ucranianas advierten desde hace días de los peligros de las trampas explosivas. Darinka, una niña de 10 años, encontró una granada en el piano de su casa.
Bucha, escenario repleto de minas
Las tropas de Rusia llegaron a Bucha en los primeros días de la guerra. Desde entonces se han documentado crímenes de guerra y, en solo una semana, se llegaron a encontrar más de 1.200 minas en la ciudad, apuntan los informes locales.
Ucrania necesitará entre cinco y siete años para limpiar el país de minas
La viceministra del Interior ucraniana, Meri Akopyan, aseguró el pasado sábado que Ucrania necesitará entre cinco y siete años, según las previsiones más optimistas, para limpiar todo su territorio de minas y artefactos sin detonar.