La “guerra de Putin” cambia Europa
La Unión Europea (UE) lanzó este domingo la mayor salva de sanciones de su historia
Cinco días cambiaron Europa tras el ataque ruso a Ucrania. Mientras Moscú ponía en alerta sus fuerzas nucleares, el martillo pilón europeo empezó a golpear con fuerza tras días amagando. La OTAN saca músculo y se despliega en su flanco oriental para proteger a los Estados miembro más cercanos a Rusia y la Unión Europea (UE) lanzó ayer la mayor salva de sanciones de su historia. Bruselas no tiene soldados, pero es un gigante financiero y comercial. La amenaza nuclear rusa se ve desde la ‘capital’ europea como el gesto de pánico de un autócrata mientras Francia recuerda que la OTAN es una alianza nuclear.
La primera gran medida tomada ayer, en parte porque Europa ve cómo los ucranianos resisten más allá de lo previsto, es la decisión de, por primera vez en la historia, pagar la compra y traslado de armas a un país en guerra. Esas armas, que se suman a las que envían los gobiernos de forma bilateral, se financiarán con fondos europeos, hasta 450 millones de euros este año. Bruselas sabe que el equilibrio de fuerzas es imposible pero puede complicar la situación sobre el terreno a los soldados de Putin.
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Los envíos habían empezado este domingo con la entrada por la frontera polaca de 60 camiones militares cargados de municiones y armas. Un enviado del diario Le Monde fue testigo. Los gobiernos europeos están enviando material médico, de protección y raciones de campaña pero también fusiles de asalto, munición, cohetes anti-tanque, misiles anti-aéreos, equipos anti-minas o granadas. Se trata de hacer que Rusia pierda más material y más hombres, de encarecerle la guerra. Ayer aprobaron incluso la entrega de aviones de combate.
Parte de ese giro se debe a Alemania. De bloquear la entrega de armas Berlín pasó a permitir que las enviaran otros y finalmente a enviar 1.000 misiles antitanque y 500 misiles tierra-aire Stinger, una pesadilla para los helicópteros enemigos. El jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, anunció en el Bundestag que Alemania pondrá en marcha un fondo de 100.000 millones de euros para financiar el reforzamiento de sus Fuerzas Armadas. Scholz llegó a decir: “Necesitamos aviones que vuelen, barcos que naveguen, soldados adecuadamente equipados”.
Una de las sanciones más esperadas se aprobó este domingo. La UE expulsa a la mayoría de bancos rusos del sistema de mensajería bancaria Swift. Sólo quedarán conectados a esa red, que tiene sede en La Hulpe, una pequeña localidad al sur de Bruselas, los bancos que se usan para pagar las importaciones de gas. Swift sirve como intermediaria de millones de transacciones bancarias cada día entre más de 11.600 entidades de más de 200 países. Al quedar fuera esos bancos no podrán hacer ni recibir transferencias internacionales. El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, calificó esa sanción como “el arma nuclear financiera”.
Otra sanción que puede tener efectos aún mayores es la decisión de bloquear todos los fondos posibles del Banco Central ruso. Expertos financieros cuentan que el emisor ruso tiene unos 630.000 millones de dólares de reservas. 130.000 de ellos están en Moscú en forma de reservas de oro. 60.000 en el Banco Central chino denominados en moneda china. El resto, hasta 440.000, serían susceptibles de ser bloqueados. Bruselas prohíbe cualquier transacción con el Banco Central ruso.
Las dos sanciones pueden provocar una crisis bancaria en Rusia y convertirla en el paria de las finanzas mundiales. Este domingo aparecieron las primeras colas en los cajeros automáticos de Moscú. Los rusos intentan hacerse con dólares ante el previsible hundimiento del rublo. La británica British Petroleum sale del accionariado de la rusa Rosneft, la petrolera pública rusa, en una decisión que le costará 25.000 millones de euros.
Los ministros también acordaron cerrar el espacio aéreo europeo a todas las aeronaves rusas, también a los jets privados de los oligarcas rusos. Bruselas anunció que la maquinaria mediática rusa, empezando por Russia Today y Sputnik, será apagada en Europa. Sus emisiones serán prohibidas “para evitar que sigan esparciendo sus mentiras”. La guerra es económica y militar pero también informativa.
Las sanciones caen también sobre Bielorrusia para castigar el papel del régimen de Lukashenko al permitir el uso de su territorio para atacar a Ucrania y para evitar que Rusia lo use para evitar sanciones. Europa dejará de comprar lo poco que compraba en Bielorrusia: tabaco, madera, cemento, hierro y acero e impedirá la exportación a Bielorrusia de todo lo que ya prohibió exportar a Rusia.
Los ministros de Interior se reunieron unas horas antes para tratar sobre refugiados, ayuda humanitaria, gestión de fronteras exteriores, visados y amenazas híbridas. A las fronteras de Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Moldavia (este último no es miembro de la UE) están llegando decenas de miles de personas al día. Según Naciones Unidas, hasta el mediodía del domingo habían salido de Ucrania 368.000 personas.
La mayoría son mujeres, niños y ancianos porque Ucrania prohibió salir a los hombres entre 18 y 60 años. Los quiere para luchar. Esa situación hace que en Bruselas se preparen para acoger en semanas a cientos de miles sino millones de refugiados ucranianos que en muchos casos llegarán con lo puesto. Fuentes comunitarias estiman que podrían llegar hasta siete millones de personas. Las puertas de Europa están abiertas de par en par para todos los ucranianos que huyan.
La entrada se facilita todo lo posible. Bruselas adelantó ayer que en días podría activar la norma de que permite otorgar el estatuto de refugiado a todas las personas que provengan de una región o país concreto, en este caso Ucrania. Es un estatuto renovable hasta tres años y con él se puede pedir asilo definitivo, usar servicios como sanidad y educación y buscar trabajo.
Bruselas también aprobó ayer más fondos para ayuda humanitaria, tanto para Ucrania como para la acogida de refugiados en los países vecinos.
La crisis tiene derivadas no previstas. La UE, dentro del marco de su programa EUFOR Althea, enviará en los próximos días 500 soldados para reforzar la seguridad de Sarajevo, en Bosnia. Bruselas teme que Putin intente abrir focos de inestabilidad y mira con inquietud a los serbo-bosnios. Serbia es el único país europeo que no ha condenado el ataque ruso a Ucrania.