La lava amenaza con destruir decenas de casas y cortar una carretera y una autopista que comunican Pahoa con otros pueblos cercanos. Sin embargo, las autoridades no han ofrecido ninguna predicción sobre cuándo exactamente se podría dividir en dos el pueblo, que cuenta con unos 800 habitantes.
"La actividad en el frente de flujo es muy inactivo, muy lento", ha explicado el director de Defensa Civil del condado de Hawaii, Darryl Oliveira. Las tropas recién llegadas, que están en los puestos de control de la ciudad, deben controlar que la lava no avance y que las casas que han sido evacuadas no sufran robos.
Las autoridades locales han pedido a los residentes de cerca de un centenar de viviendas ubicadas en el denominado "corredor de riesgo" que estén preparados para salir. En concreto, entre 10 y 15 casas se encuentran en la trayectoria directa del río de lava, que mide unos 60 metros de ancho.
Otro de los posibles problemas es que la lava derribe los postes de electricidad y deja a los residentes sin electricidad. Uno de estos postes ya se encuentra rodeado por la lava, pero todavía sigue en pie, según ha confirmado una portavoz de la compañía eléctrica local.
El Kilauea es el volcán más joven de los cinco que se encuentran en la Isla Grande de Hawái y también el más activo. La erupción más reciente comenzó en enero de 1983 y continúa hasta la actualidad.