Un brote de gripe aviar declarado a finales de diciembre del año pasado en varias localidades de Burkina Faso ha dejado ya cerca de 500.000 aves de corral muertas, según ha confirmado este viernes el ministro de Ganadería, Musa Kaboré. El brote ha sido identificado en al menos siete regiones del país, particularmente en el centro y en el centro-oeste, y ha arrojado pérdidas económicas de 7,3 millones de euros.
Ante esta situación, Kaboré ha anunciado nuevas medidas para combatir el brote, comenzando por un plan de respuesta inmediato con la confección de un censo de aves en las zonas donde aparezcan los casos, seguido de su sacrificio e incineración.
De igual modo, el ministro ha anunciado una indemnización a los productores en caso de sacrificio de aves pero solo si los servicios veterinarios constatan la enfermedad y son ellos los que se encargan de la eliminación de las aves.
Burkina Faso se ha visto afectada desde 2006 por varias oleadas de gripe aviar, por la llegada de aves migratorias o por contaminación de otros animales procedentes de países vecinos.
La agricultura y la ganadería suponen la tercera fuente de divisas después del oro y el algodón para este país, que tiene una población avícola nacional estimada en 52 millones de cabezas.