Su nombre ya es conocido mundialmente. Greta Thunberg tiene 15 años pero eso de quedarse con los brazos cruzados no va con ella. La pequeña ha iniciado una particular lucha contra la desidia de sus políticos y ha logrado que este tema sea el centro de la campaña electoral en su país. ¿Qué ha hecho Greta?
Sentarse frente al parlamento sueco todos los días y abandonar la escuela, con el beneplácito de sus padres, para presionar a los políticos. En las redes sociales, se ha convertido en toda una celebridad con sus reivindicaciones y se ha convertido en una de las voces del movimiento wedonthavetime.
Greta hace suyas estas conclusiones ¿Cómo se supone que me siento segura cuando sé que nos enfrentamos a la crisis más aguda en la historia de la humanidad? ¿Cómo se que si no actuamos ahora todo será demasiado tarde? El impacto de su preocupación por el clima la ha extendido hasta su familia, de hecho su padre da ya conferencias sobre el tema.
Recuerda Greta que la primera vez que escuchó sobre el calentamiento global, pensó que tenía que haber un error porque a nadie le importaba demasiado algo que amenaza la existencia, se pregunta por qué el tema no inundaba de forma constante la televisión, como si de una guerra mundial se tratara. Lo que encontró es que no interesaba. Poca gente estaba realmente preocupada por ello.
Y más se enfadó cuando vio a los políticos de su país debatir sobre el tema poniendo a Suecia como ejemplo a seguir. No lo es, en opinión de Greta, que da datos. La población de Suecia emite anualmente 11 toneladas de CO2 per cápita. Estamos en el octavo lugar en el mundo según WWF. "Yo comprendí el problema del cambio climático cuando tenía 12 años y decidí nunca volver a volar, ni comer carne". Su madre tampoco vuela ya. "Todos creen que podemos resolver la crisis sin esfuerzo, sin sacrificio".
Greta tuvo claro que tenía que hacer algo. "Lo que haga o deje de hacer, en este momento, afectará toda mi vida y la vida de mis hijos y nietos. Quizás pregunten por qué no hiciste nada, y por qué los que sabían y podían hablar, no lo hicieron".
Su protesta ha capturado la imaginación de un país que ha sido golpeado por olas de calor e incendios forestales en su verano más caluroso desde que comenzaron los registros hace 262 años. Como señala la pequeña, con coletas y sonrisa pícara a The Guardian, "quiero que los políticos prioricen la cuestión del clima, se centren en el clima y lo traten como una crisis".
Cuando le comentan que lo mejor que podía hacer es estudiar, ella señala sus libros. Sigue estudiando sin ir a clase pero cree que lo más importante hoy es su lucha, de lo que realmente va a aprender. Sus padres quieren que renuncie a su protesta y regrese a la escuela, aunque la apoyen por el momento. Entre sus maestros hay división. Uno de ellos ha querido dar ejemplo y apoyarla.
Benjamin Wagner, de 26 años, se ha sumado a la huelga. Cree que la ausencia de esfuerzos contra el cambio climático es comparable a lo que ocurrió durante la Primera Guerra Mundial. Lo cierto es que Greta se ha convertido en una celebridad. Tal vez su protesta tenga más resultados que mil debates en la televisión sueco. Medio mundo hoy, escribe sobre ella... y sobre el cambio climático. El hastag #klimatstrejk ya se han puesto de moda.