El autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, se enfrentaba este domingo a una cita clave para el futuro del país latinoamericano. Guaidó se presentaba a un segundo mandato al frente de la Asamblea Nacional ante un chavismo más fuerte que hace un año y con una oposición fragmentada.
Sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro ha preferido no correr ningún riesgo. Un fortísimo dispositivo policial ha impedido que Guaidó y un importante número de diputados opositores accediese siquiera a la sede parlamentaria.
Lejos de amedrentarse, el líder opositor ha desafiado a los agentes. Su imagen, encaramado a la valla de la Asamblea mientras los policías tiraban de él ha dado la vuelta al mundo. Su esfuerzo ha sido en vano.
Ante la ausencia de Guaidó y de un buen número de diputados opositores, la Asamblea Nacional de Venezuela ha elegido al diputado Luis Parra como nuevo presidente gracias al apoyo del oficialismo bolivariano. Desde el autoproclamado Gobierno de Venezuela que encabeza Guaidó en calidad de presidente de la Asamblea Nacional han denunciado ya un "golpe de Estado parlamentario de la dictadura de (Nicolás) Maduro contra la Asamblea Nacional".
"Sin votos ni quórum reglamentario, diputados del PSUV y la fracción corrupta Clap juramenta falsa directiva", ha denunciado la Presidencia de la Asamblea que encabeza Guaidó en un comunicado.
Muy poco después, la oposición anunciaba la celebración de una sesión alternativa de la Asamblea Nacional. "La sesión real se va a realizar y será ratificado Guaidó como presidente. Por cierto, el reglamento y la Constitución establecen claramente que Juan Guaidó es el presidente hasta que se dé la sesión formal como ordena la constitución y el reglamento", explica el gobierno de Guaidó a través de un mensaje publicado en Twitter.
"No pudieron comprar ni quebrar la mayoría: ¡quedaron derrotados! Atención ante lo que seguirá pasando", ha remachado.
Y lo que ha pasado es que en el interior de la Asamblea General se ha organizado una gran trifulca. Ha habido gritos, diputados subidos a las tribunas y un nuevo presidente, Luis Parra, jurando su cargo en medio de un monumental tumulto.
"Queremos abrir las puertas al futuro de este parlamento", clamaba el nuevo presidente de la Asamblea Nacional elegido con los votos del oficialismo intentando hacerse oír entre los gritos. "Como todos los hermanos hay peleas, pero estamos obligados a buscar una solución en este parlamento. Al igual que todos los hermanos, tenemos nuestras diferencias, pero nosotros debemos parar con esta confrontación". Y Parra también lanzaba un mensaje para la comunidad internacional: "Estamos pidiendo a todo el mundo que deje de intentar amenazar a los legisladores que son elegidos con los votos del pueblo".
Los líderes de la oposición esperaban reelegir a Guaidó, reconocido por más de 50 países como el líder legítimo de Venezuela, a un segundo mandato como jefe de la legislatura para continuar presionando por la expulsión del impopular presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, tras el episodio de este domingo, la televisión estatal ha anunciado que el nuevo líder del parlamento es Parra, un legislador expulsado el mes pasado de un partido de la oposición que lo acusa de corrupción, aunque él lo niega.
Los líderes de la oposición venezolana han vuelto a cargar contra Maduro al que acusan de burlar los principios democráticos básicos al usar la intimidación y la fuerza para controlar una institución de la que el Partido Socialista perdió el control tras caer derrotado en unas elecciones en 2015.
Desde España, los líderes 'populares' Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo han publicado sendos mensajes en sus redes sociales denunciado lo ocurrido en Caracas.