La preocupación por las consecuencias de la pandemia de coronavirus se extiende a todo el mundo. Aquí en Europa, Francia subvencionará 10 días de vacaciones pagadas a los trabajadores de los sectores más afectados mientras, Alemania o Italia plantean las fiestas navideñas con medidas más estrictas que en nuestro país.
Una Navidad de sacrificio es lo que les espera a los italianos. Así lo adelantaba el ministro de sanidad. En el país alpino será obligatorio permanecer en el municipio durante los días de Navidad y Nochevieja. Allí contagios descienden pero la situación sigue siendo alarmante. Más de 20.000 casos en las últimas 24 horas.
Cifra muy parecida a la de Alemania. Baja el número de infectados sí, pero registran el peor dato de fallecimientos en un día: 487. Un récord que obliga a la canciller, Angela Merkel, a ampliar las restricciones hasta el 10 de enero.
"Es nuestro deber tratar de salvar cada vida. Por eso es necesario e importante que ampliemos el confinamiento hasta el 10 de enero". La hostelería y el ocio permanecerán cerrados hasta entonces.
Son estos sectores muy castigados por la pandemia a los que el gobierno francés quiere recompensar. Ofrece 10 días de vacaciones pagadas a los trabajadores de restaurantes, discotecas o gimnasios.
La ayuda está destinada a los trabajadores de aquellas empresas que han visto su actividad interrumpida de forma parcial o total al menos 140 días a lo largo de 2020 o que en ese periodo han visto reducir sus ingresos más de un 90 % durante los periodos de confinamiento. "Estos baremos permitirán optar a la ayuda a cafés y restaurantes, pero también a los hoteles, que no estaban obligados a cerrar pero que, a causa de la falta de clientes por las restricciones de desplazamientos, también se han visto obligados al cierre", han explicado desde el Ministerio de Trabajo galo.
Las vacaciones pagadas deberán ser tomadas, de forma necesaria, entre el 1 y el 20 de enero próximo, periodo en el que Francia no tiene previsto reabrir este tipo de establecimientos.
La ministra francesa de Trabajo, Elisabeth Borne, que se reunió con las asociaciones empresariales, cree que esta medida beneficiará "a los más afectados por la crisis".
Mientras, la Unión Europea sorprendía ayer con una petición: poder viajar libremente entre los Estados miembros, sin necesidad de PCR ni cuarentena. Consideran que todos tienen una incidencia similar.