El Ministerio de Salud de Francia ha anunciado este viernes la supresión de la obligatoriedad de llevar mascarilla en lugares cerrados en los que haya que presentar el certificado de vacunación, excepto en medios de transporte, debido a una "mejora de la situación sanitaria". Según un comunicado de la cartera sanitaria, la medida entrará en vigor el 28 de febrero y tras el visto bueno del Consejo Superior de Salud Pública, que asesora al Gobierno francés en la lucha contra la pandemia de COVID-19.
Además, el Gobierno de Francia ha relajado el sistema de diagnóstico de personas que han tenido contacto estrecho con un positivo en COVID-19. A partir del 28 de febrero, únicamente tendrán que someterse a una prueba diagnóstica dos días después del contacto estrecho, en lugar de las tres --una tras conocer el contacto, otra dos días después y otra cuatro-- actuales. La normativa respecto a la cuarentena sigue sin cambios.
Francia ha registrado cifras récord de casos durante las últimas semanas, en el marco de la ola que ha azotado a toda Europa. Según los datos de las autoridades sanitarias, el jueves se confirmaron más de 153.000 nuevos casos. Hasta el momento, Francia ha contabilizado más de 20,8 millones de contagios, incluidos 131.000 fallecidos a causa de la enfermedad.