El gobierno de Francia ha decretado este domingo el estado de catástrofe natural después de que una violenta tormenta dejara un muerto en el centro-este del país, además de numerosos daños materiales. La víctima mortal es una turista alemana de 51 años. La mujer fue aplastada por un árbol que cayó sobre su caravana en un campamento en los Alpes franceses a causa de los fuertes vientos.
En la ciudad de Romans-sur-Isère, al sureste del país, cayó una granizada durante unos 15 minutos pero con "una violencia sorprendente", según la alcaldía de la localidad. Concretamente, riadas de agua inundaron las calles y las piedras de granizo, "del tamaño de una pelota de tenis", causaron importantes daños materiales.
En otras partes del centro-este del país se vieron gravemente afectadas las cosechas "La situación es realmente dramática", ha señalado el ministro de Agricultura, Didier Guillaume. “Se hará todo lo posible para ayudar. Se declarará el estado de desastre natural. El objetivo es que ningún agricultor tenga que cerrar el negocio”, añadió.
Las tormentas también dejaron un muerto en Suiza, donde una turista se ahogó el sábado en el lago Lemán de Ginebra, cuando el barco en el que paseaba tuvo problemas por los vientos y naufragó.