El fiscal general de Estados Unidos, el republicano William Barr, uno de los acérrimos aliados de Donald Trump, ha arremetido duras críticas hacia los estados, muchos de ellos liderados por gobernadores demócratas, que han tomado duras medidas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus. Asegura que es "la mayor intrusión" en las libertades civiles estadounidenses "además de la la esclavitud".
"Ordenar quedarse en casa es como un arresto domiciliario", ha afirmado Barr durante una presentación en la privada y conservadora Universidad Hillsdale College, en Michigan.
El veterano legislador de la Cámara de Representantes James Clyburn ha rechazado el comentario calificándolo de "la cosa más ridícula, torpe y espantosa" que jamás haya escuchado. "Es increíble que el jefe de las fuerzas del orden de este país equipare la esclavitud humana con el asesoramiento de expertos para salvar vidas", ha indicado Clyburn a la cadena CNN. "La esclavitud no se trataba de salvar vidas, sino de devaluarlas", recalca.
El Partido Demócrata se ha referido a las declaraciones de Barr como uno de sus muchos "comentarios inaceptables". Estados Unidos tiene el mayor número de muertes en el mundo a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, con casi 200.000.
Donald Trump, que aspira a un segundo mandato en las elecciones del 3 de noviembre contra el candidato demócrata Joe Biden, ha expresado su escepticismo sobre la utilidad de los confinamientos en la lucha contra el virus, argumentando que han cobrado un precio económico demasiado alto.