Siete escenarios posibles, solo uno probable: cómo va a terminar la guerra de Ucrania
Estados Unidos calcula que las fuerzas rusas podrían tardar hasta dos semanas en rodear Kiev y un mes más en tomarla
Cuanto más avance la lucha hacia el oeste, más probable es que un misil aterrice en territorio de la OTAN
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15 de marzo. Hace 20 días que Rusia invadió Ucrania. Aún no ha conseguido tomar ninguna de las ciudades más importantes del país ni derrocar el Gobierno de Zelenski. Si lo comparamos con la invasión norteamericana de Irak, el día 19 de la guerra, las fuerzas de EEUU tomaban Bagdad, habían destruido al ejército iraquí y derrocado a Sadam Husein.
Rusia se ha encontrado con una resistencia ucraniana para la que su ejército, muy superior, no se había preparado. ¿Cuánto puede durar esta guerra? ¿Terminará con la victoria rusa? ¿Puede estancarse o expandirse? De la respuesta a estas preguntas depende el futuro de Ucrania, de Rusia, de Europa y, también, las consecuencias económicas del conflicto.
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Por ahora el avance ruso es lento y desigual en los tres frentes principales. La escalada de la guerra no se puede descartar. EE.UU. y sus aliados están armando a Ucrania. Los bombardeos rusos se acercan peligrosamente a las fronteras de la OTAN. China podría ayudar militarmente a Rusia, según Washington. En este momento de incertidumbre, estos son los escenarios posibles para un final de la guerra.
Escenario 1: acuerdo diplomático
Rusia ya lo ha avisado: solo parará los bombardeos cuando Ucrania renuncie a entrar en la OTAN y reconozca las áreas separatistas de Donetsk y Lugansk y Crimea como parte de Rusia. El Gobierno de Kiev se ha mostrado dispuesto a discutir el estatus de Crimea y las regiones prorrusas, pero se niega a convertirse en un estado neutral que renuncia a su fuerza militar. Las negociaciones entre Rusia y Ucrania no pasan por ahora de abrir corredores humanitarios en las ciudades sitiadas.
"Ahora mismo no se puede llegar a un alto el fuego porque no hay ninguna ventana de oportunidad abierta", asegura Fernando Arancón, experto en asuntos internacionales y geopolítica y director de la publicación divulgativa El Orden Mundial.
"Hay tres escenarios en los que se suele llegar a un acuerdo de paz", añade Arancón. "Que la parte poderosa esté ganando y acabe por imponer las condiciones al vencido; que la parte menos fuerte consiga aguantar e imponerse -que es lo menos habitual, aunque pasó por ejemplo en el caso de los talibanes- y la tercera, que la guerra se alargue tanto que llegue a un nivel de punto muerto, donde ninguna de las partes gane nada. Y ahora mismo no se da ninguna de las tres situaciones".
Escenario 2: la presión de las sanciones fuerza un acuerdo
Altos funcionarios del Pentágono han asegurado al The New York Times que la clave ahora es seguir manteniendo una presión extrema sobre Rusia que provoque múltiples pérdidas en el país y que hagan que Putin acabe conformándose con la toma del sur y el este de habla rusa de Ucrania.
"A corto plazo, Rusia tiene reservas de oro, aunque las tiene que vender. Sin embargo, en el medio plazo, Rusia va a ir perdiendo músculo económico. Y en tanto que no está conectada económicamente al resto del mundo, lo va a ir sufriendo", asegura Arancón. "Si antes importaba recambios para los vehículos y ya no puede, eso se traslada a que tampoco podrá llevar esos recambios a los camiones que se han roto en medio de la guerra. Si el esfuerzo de guerra es tan costoso para ellos, al final les estás forzando a que económicamente vean que esta guerra es insostenible y hay que acabarla".
Los ataques rusos en el oeste de Ucrania en los últimos dos días hacen pensar, sin embargo, que la determinación de Putin sigue siendo controlar todo el país, comenzando por Kiev, lo que podría requerir una sangrienta guerra de guerrillas durante varios años.
Escenario 3: partición de Ucrania
Los servicios de inteligencia de Defensa de Estados Unidos calculan que las fuerzas rusas podrían tardar hasta dos semanas en rodear Kiev y luego al menos otro mes en tomarla. Eso requeriría una combinación de implacables bombardeos y semanas o meses de lucha callejera de puerta en puerta.
"Estos plazos me parecen una horquilla bastante probable. Ahora mismo Kiev ni siquiera está rodeada. Están tardando mucho en bordear la zona oeste y del este incluso han perdido terreno. Les va a llevar muchísimo tiempo tomar Kiev. Cuanto más tiempo pase, más daño a la economía rusa, pero también más margen para que Ucrania pueda aguantar", apunta el analista geopolítico.
A estas alturas, Putin no ha logrado ninguno de los objetivos iniciales, pero el progreso en el este y el sur, aunque lento, ha sido constante. Las fuerzas rusas siguen sometiendo a Mariúpol al asedio y bombardeos. La estrategia de Putin de tomar esta ciudad portuaria del sur del país y con ella establecer un puente terrestre desde Crimea hasta la región del Donbás, controlada por separatistas respaldados por Rusia desde 2014, está cada vez más cerca.
Rusia pretende además apoderarse de Odesa, una ciudad portuaria con salida al Mar Negro, con lo que privaría a Ucrania de su último acceso al mar. El avance sostenido de Rusia por el sur y la resistencia del Gobierno de Zelenski tal vez al oeste del país pueden llevar a una partición de facto de Ucrania.
Escenario 4: Putin amplía la guerra más allá de Ucrania
Cuanto más avance la lucha hacia el oeste, más probable es que un misil aterrice en territorio de la OTAN o que los rusos derriben uno de sus aviones. Los próximos días son cruciales, según altos funcionarios estadounidenses y europeos con los que ha hablado el periódico The New York Times. La máxima preocupación, confiesan, es que Putin acabe expandiendo la lucha más allá de Ucrania.
Primero, tomando Moldavia, otra ex república soviética que nunca se unió a la OTAN, particularmente vulnerable; y luego Georgia, donde en 2008 ya se libró una guerra con Rusia. "Si hacemos caso de lo que ha dicho Putin en mucho de sus discursos, de que al final son países que pertenecen a la Unión Soviética porque no tienen identidad propia, al igual que Ucrania, puede llegar a un punto de que eso ocurra dentro de unos cinco años, por ejemplo", señala Arancón.
Escenario 5: el ataque nuclear
Improbable, pero no descartable. Existe la posibilidad de que Putin, impaciente y frustrado por la lentitud con la que se está desarrollando su ofensiva sobre Ucrania, busque nuevas armas para doblegar a los ucranianos, entre ellas, las químicas, las biológicas, nucleares y cibernéticas.
Putin ha usado armas químicas anteriormente contra opositores políticos y desertores, y podría hacerlo nuevamente. En cuanto a las nucleares, desde que comenzó el conflicto, el mandatario ruso ha recordado su arsenal nuclear dos veces. Los expertos creen, sin embargo, que Rusia solo cruzaría el umbral del uso de las armas nucleares en el campo de batalla
"La utilización de bombas nucleares es una opción muy extrema pero puede llegar a ocurrir, sobre todo cuando la doctrina nuclear rusa dice que el primer paso sería detonar un arma táctica, de pequeña potencia, en una zona de poco valor, despoblada, para que su rival viese que disponen de esa arma y son capaces de usarla, lo que les llevaría a hacer concesiones o una rendición", explica el director de El Orden Mundial. "Ahora mismo no creo que estemos cerca de ese escenario, pero si la guerra se alarga mucho y Putin tiene prisa por lograr ventaja en unas hipotéticas negociaciones, sí podría darse el caso de que utilizase una de estas armas", señala.
Escenario 6: victoria de Putin, Zelenski derrocado
La victoria total de Rusia era una de las hipótesis más probables al inicio de la invasión. La caída de Kiev parecía cuestión de horas. Aún es muy posible que la guerra termine con la victoria rusa por la superioridad de efectivos militares, aunque la potencia de fuego no lo es todo. Todo depende de que Putin esté dispuesto a asumir el coste -por ahora alto- que Ucrania le imponga en el campo de batalla y en la guerra urbana. El ejército ruso no ha pasado de ser un gigante a un enano, advierte Michael Kofman, uno de los mayores expertos en el pensamiento estratégico y las fuerzas armadas de Moscú.
En este escenario, el objetivo máximo de Putin es derrocar al presidente Zelenski e imponer un gobierno títere de Moscú. Otra cosa es la ocupación del país, como muy saben en EE.UU. después de sus largas ocupaciones de Irak y Afganistán.
Las protestas civiles contra los rusos ya se están viendo en algunas de las ciudades ocupadas. ¿Puede desarrollarse un movimiento insurgente? Difícil saberlo, pero según expertos militares citados por The New York Times, la ocupación de Ucrania le puede exigir a Moscú destinar 600.000 soldados a Ucrania, un país más extenso que la península Ibérica y con 44 millones de habitantes.
Escenario 7: Rusia se retira, cae Putin
Es una salida improbable. La población rusa va a sufrir las sanciones internacionales y es previsible que haya tensiones, pero Putin lleva décadas guardándose las espaldas en el Kremlin. Sus opositores están en la cárcel, en el exilio o envenenados.
Es difícil en este momento tener información de si habría alguien capaz de traicionarle y dar un golpe que lo derrocara. El poder está en manos los llamados 'siloviki', hombres como Putin, forjados en el espionaje ruso y enriquecidos gracias a su lealtad al presidente.
El historiador Stephen Kotkin explicaba recientemente en The New Yorker que, como en tantos gobiernos autoritarios, Putin ha aplicado una "selección negativa" para los cargos esenciales. Personas no demasiado brillantes ('tupoi', los llaman en ruso), sin grandes ambiciones, leales, aunque puedan resultar incompetentes, como se ha dicho del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, por la preparación de la invasión de Ucrania.
Escenario más probable: partición de Ucrania
Varios expertos apuntan a que el final más probable será la partición de Ucrania como ocurrió con la guerra de los Balcanes en la década de 1990. Rusia se quedaría con el sur y el este del país al otro lado del río Dniéper, la zona más prorrusa, mientras que el resto de la nación continuaría como un estado soberano.
"Para mí este es el escenario más factible, no por cómo está la guerra, porque todavía quedaría mucho para llegar a ese escenario. Si Rusia se quedase con la orilla este del río Dniéper y un corredor que dejase a Ucrania sin salida al mar, sería una opción favorable para Rusia sobre el papel, porque implementarla sería muy difícil. La anexión total del país no la acabo de ver. El oeste es mucho más nacionalista ucraniano, lo que podría suponerle muchos problemas", señala Arancón.