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Está claro que en Estados Unidos saben como sacar partido a una celebración. Pero sin duda, una de las festividades que continúa siendo más rentable es Halloween. Aquí no hay trato, solo el susto que se lleva la cartera. Y es que la Federación Nacional de Minoristas de la Unión Americana (NFR) calcula que este año, en todo el país, los estadounidenses se dejarán más de 7.900 millones de euros en rendir homenaje a la fiesta más terrorífica del año.
Es el segundo año que más dinero se gasta en Halloween desde la crisis del 2008. ¨La economía es buena y la confianza del consumidor es alta, por lo que las familias no tienen reparo en gastar en Halloween este año¨, ha explicado el presidente y CEO de la NRF, Matthew Shay.
Cada persona invertirá un promedio de $86.27 (78.37 euros), y la mayor parte de ese dinero irá destinado al elemento indispensable en esta celebración: el disfraz.
Lo primero y más importante, por supuesto, es el conjunto que vestiremos. La noche del 31 de octubre nadie quiere ser quien realmente es. En EE. UU. se destinan más de 2.880 millones de euros a disfraces. Este dato no pasa desapercibido para los cientos de comerciantes que desde agosto ya venden productos con temática de Halloween. Es común también empezar a ver a principios de septiembre los llamados espacios ¨Pop-up¨, esas tiendas temporales en las que puedes encontrar de todo. Una de las más conocidas es Halloween Adventure, donde hay quien se llega a gastar para esta fiesta, según su encargado, ¨hasta $5,000 (4.511 euros) en un disfraz¨.
Los dulces son el segundo gran gasto que tiene lugar en esta festividad. El desembolso es de unos 2.345 millones de euros. Normal, todo el mundo quiere estar preparado cuando llamen a la puerta de su casa preguntando Trick or Treat (truco o trato). Según la Asociación de Confiteros del país, los fabricantes de dulces ganan el 8% de sus ventas anuales durante Halloween.
La decoración tampoco se queda atrás en el ranking de gasto. Se destinan 2.436 mil millones de euros a adornos para estos días. Casas, cafeterías, centros de belleza, restaurantes, mires donde mires puedes ver murciélagos y calabazas colgando de las ventanas desde hace más de un mes. En Nueva York las decoraciones callejeras más elaboradas se encuentran en el West Village, donde tiene lugar el gran desfile de Halloween la noche del 31 de octubre, con más de 2 millones de espectadores.
Se prevé que más de 175 millones de personas participen en las celebraciones. La gran mayoría, ya tienen su disfraz desde hace meses. Y aquí incluyo también a las mascotas de la casa. Les guste a no, ellos también forman parte de este día. Según la NFR sus dueños se gastarán este año más de 430 millones de euros en disfraces para animales, el doble que en el 2010. El 10% de los estadounidenses planea disfrazar a sus animales, la mayoría de ellos son Millenials (entre los 25 y 34 anos) que, por supuesto, inundarán sus redes sociales con el look de sus mascotas. La tradición es tal, que hasta existe un famoso concurso de disfraces para perros, el que se celebra en Tompinks Square Park, en el East Village.
Por lo general, el disfraz estrella lo suele marcar la actualidad. Este año gana el Joker, el estilo de Joaquin Phoenix ha triunfado en las salas de cine y también lo hará en Halloween. La Casa de Papel y sus máscaras de Dali son también de las opciones más elegidas. Otros optan por copiar la apariencia de la joven activista medioambiental, Greta Thunberg, o simplemente se decantan por los clásicos: brujas y vampiros.
Entre los más pequeños siguen triunfando los disfraces de toda la vida: princesas, superhéroes, y de nuevo, brujas y vampiros. En el mundo animal, la comida es la estrella, perros disfrazados de calabaza, Hot Dog, o rollito de primavera, aunque tampoco faltan los que lucen trajes más elaborados de Transformers, personajes históricos o incluso marineros.
Pero no todo el mundo está contento este Halloween. Más de 90 mil personas firmaron el pasado julio una solicitud para cambiar la fecha de la festividad. El argumento de la organización que encabeza esta petición, Change.org es que ¨la celebración sería más segura, más larga y libre de estrés¨ si tuviera lugar durante el fin de semana, concretamente el último sábado de octubre.
La petición va directamente dirigida al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien no se ha manifestado al respecto, y quien, por cierto, también es trending topic un año más entre los disfraces más elegidos, con su ya mundialmente conocido Baby Trump.