Según informa CNN, la familia de Inge Goreti Ferdiningsih tenía reservadas las vacaciones de Año Nuevo en Singapur desde hace nueve meses. La casualidad hizo que un día antes de coger el avión, al padre de Inge le diagnosticaran una hepatitis.
"Es un verdadero milagro”, dice Inge en la citada cadena, “no es un golpe de suerte, es un acto de Dios que mi padre cogiera hepatitis porque la familia canceló los vuelos un día antes de que despegara”.
"Estamos muy agradecidos, Dios es muy grande", dice. "Yo creo que Dios nos ha salvado y nos protege".
Inge tenía pensado volar con su marido y sus tres hijos (Christopher de 10 años, Nadine de 7 y Félix de 5) pero finalmente se quedaron en tierra.
Unos emails sin leer
La segunda familia que salvó la vida de milagro es la de Christianawati. También tenían planeado pasar el fin de año en Singapur. En total iban a viajar 10 personas.
Su hermano olvidó verificar los mails de AirAsia en los que les comunicaban que el vuelo saldría dos horas antes de lo previsto. "Nos avisaron por correo electrónico y nos llamaron el 15 de diciembre y el 16 para informarnos, pero nos atendimos esas llamadas", cuenta. Christianawati.
"Llegamos al aeropuerto para facturar para el vuelo de las 7:30 am, pero nos dijeron que había sido reprogramado para las 5:30 am y llegamos tarde. Estábamos enojados", dice. Entonces escucharon la noticia de que el avión había desaparecido.
"Así fue el plan de Dios que toda mi familia y yo no estuviéramos en el vuelo", dice Christianawati, "fue una bendición disfrazada".