El pasado sábado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dio el primer mitin electoral post-covid en la ciudad de Tulsa, situada en estado de Oklahoma. De fondo sonó 'I Won't Back Down', la canción del músico y cantante Tom Petty, fallecido en 2017 a causa de un infarto.
La familia del compositor estadounidense ha denunciado este hecho alegando que Trump "no estaba de ninguna manera autorizado" a usar la canción en una campaña que, han subrayado, "deja atrás a demasiados estadounidenses y sentido común".
"Tanto el difunto Tom Petty como su familia se oponen firmemente al racismo y la discriminación de cualquier tipo. Tom Petty nunca querría una canción suya usada para una campaña de odio. Le gustaba reunir a la gente. Tom escribió esta canción para los desvalidos, para el hombre común y para todos", ha escrito la familia en un mensaje compartido a través de la cuenta de Twitter del difunto cantante.
En la carta, compartida a través de una imagen, la familia de Petty considera "que todo el mundo es libre de votar como quiera, pensar como quiera". "Creemos en Estados Unidos y creemos en la democracia. Pero Donald Trump no representa las nobles ideas de ninguno de los dos. Odiaríamos que los fans marginados por esta administración pensaran que somos cómplices de este uso", añaden.
La familia del músico estadounidense ha anunciado que han emitido una carta de "cese y desista" tras su desacuerdo por el uso de 'I wan't back down'.
Otros artistas ya denunciaron a Trump por usar sus canciones durante eventos políticos, como fue el caso del líder de Guns N’ Roses, Axl Rose o de la cantante Rihanna, con su canción 'Don't stop the music'. "No por mucho tiempo... Ni yo ni mi gente estaremos nunca en uno de esos patéticos actos", escribió en un tuit.
Pharrel Williams también amenazó con demandar al presidente estadounidense por utilizar su tema 'Happy' justo el día después de un tiroteo masivo en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania), en 2018. "No hubo nada ‘feliz’ respecto a la tragedia infringida a nuestro país el sábado y no se concedió ningún permiso para el uso de esta canción para este propósito”, declaró el abogado del cantante a The Guardian.