Los pilotos no estaban centrados cuando afrontaron la crucial maniobra de aproximación y aterrizaje y fue eso lo que fundamentalmente provocó el accidente del Airbus A320 de la compañía aérea PIA que se estrelló el 22 de mayo en Karachi, Pakistán, provocando la muerte de 97 personas. Es la conclusión a la que apunta el informe preliminar de la investigación sobre el accidente, presentado en una comparecencia ante el Parlamento por el ministro federal de Aviación, Ghulam Sarwar Jan.

Indicando las líneas generales de dicho informe, ha hecho hincapié en que fue un fallo de los pilotos, y no un fallo técnico, lo que produjo el trágico siniestro. Según el ministro, --quien personalmente ha tenido acceso a la conversación entre el piloto y los técnicos de la torre de control del tráfico aéreo, extraída de las cajas negras--, hubo una decisiva falta de concentración de quienes estaban al mando de la aeronave, pese a que el piloto comunicase a los controladores que había perdido los dos motores.

Según el informe, la aeronave realizó un intento de aterrizaje fallido tras una incorrecta maniobra de aproximación a pista y fue por ello por lo que los dos motores quedaron dañados, dado que el aparato no tenía desplegado el tren de aterrizaje.

En este sentido, el documento presenta imágenes de las marcas que dejaron los dos motores en ese fallido aterrizaje y dos fotos que muestran el impacto directo de las turbinas contra la pista.

Después de eso, el avión acabó estrellándose en una zona próxima al aeropuerto de Karachi, causando daños en 29 viviendas. "Todos aquellos cuyas casas resultaron dañadas por el accidente del avión están siendo indemnizados. Se les ha dado un alojamiento temporal", ha señalado el ministro, quien ha añadido que “los que resultaron heridos en tierra también recibirán compensación".

Continuando con el análisis, el ministro ha señalado que no se han detectado anomalías en el avión: "Los vuelos habían quedado suspendidos por el coronavirus. El avión hizo su primer vuelo después de que se reanudaran las operaciones aéreas el 7 de mayo y, desde entonces hasta el día del accidente, completó seis vuelos".

En el siniestro, el aeroplano golpeó tres veces contra la pista de aterrizaje sin el tren desplegado. "Cuando el avión se levantó de nuevo, sus dos motores estaban dañados", ha relatado el ministro de Aviación de Pakistán, indicando que los pilotos, además, ignoraron las instrucciones que les dieron los controladores por estar haciendo la maniobra con una altura excesiva.

"Los pilotos y los controladores aéreos no siguieron el protocolo". “Se ignoraron las instrucciones de los controladores y la torre de control, por otro lado, no informó al piloto sobre los daños por el impacto de los motores", ha añadido, precisando que cuando al hombre al mando le comunicaron que llevaba efectivamente una altitud excesiva se limitó a contestar que se las arreglaría.

No obstante, no se queda ahí su resumen de la investigación. El ministro también señala a la tripulación en cabina, además de los pilotos y los controladores. "A los que murieron, que Dios los perdone. Los que están vivos y son responsables rendirán cuentas", ha subrayado, antes de prometer que el informe final y definitivo sobre el accidente será presentado en el plazo de un año.

Por último, Ghulam Sarwar Jan ha denunciado que "el 40 por ciento de los pilotos" de la aerolínea PIA han volado “con licencias falsa” sin haber pasado los exámenes pertinentes por sí mismos o sin experiencia de vuelo suficiente.

"Desafortunadamente, los pilotos son nombrados con criterios políticos", ha asegurado, recalcando que "cuando se nombran pilotos se ignora el mérito".

A este respecto, ha sido también tajante: los títulos de cuatro pilotos de PIA han resultado ser falsos.

En consecuencia, el Gobierno procederá a la reestructuración de la aerolínea nacional y llevará a cabo una persecución legal sobre todos aquellos pilotos que hayan incurrido en irregularidades.