Helicópteros sobrevolando la capital comunitaria, la alerta es máxima tras el doble atentado terrorista, reivindicado por Estado Islámico.
A las dos de la madrugada han concluido los registros policiales en el barrio bruselense de Schaerbeek. Allí, la policía ha encontrado un explosivo, reforzado con tornillería, que lo hace más letal, listo para ser usado, productos químicos para fabricar bombas y una bandera de DAESH.
El alcalde de Zaventem, Francis Vermeiren, ha asegurado que los tres terroristas llegaron al aeropuerto en un taxi y que portaban equipaje: "Pusieron las bombas en sus maletas". Según la versión del alcalde, que no ha sido confirmada por otras fuentes oficiales, Najim Laachraoui también llevaba un explosivo en su maleta, pero "entró en pánico" y no la hizo explotar.
Najim Laachraoui, está implicado también en los atentados de París, ya que se han hallado restos de su ADN en uno de los cinturones explosivos que se encontraron en la sala Bataclan. También se sigue la pista a otros dos sospechosos, relacionados con Salah Abdeslam, capturado la pasada semana en este mismo barrio.
Las autoridades ya buscaban a Najim Laachraoui, de 25 años desde el lunes, ya que según la Fiscalía su ADN que hallado en viviendas utilizadas por los terroristas de París. Además, habría viajado a Hungría en septiembre de 2015 con uno de los autores de la masacre del 13-N, Salah Abdeslam, detenido la semana pasada en Bruselas.
El ministro del Interior, tras confesar sentimientos enfrentados, asegura estar convencido de que esta batalla contra los terroristas y el extremismo violento, se va a ganar.