El exespía ruso Sergei Skripal fue envenenado con un "agente nervioso"
Informativos Telecinco / Agencias
07/03/201819:30 h."Esto está siendo tratado como un grave incidente que implica un intento de asesinato mediante la administración de un agente nervioso", ha dicho Rowley en una rueda de prensa.
Rowley ha indicado que, de acuerdo con la primera hipótesis, Skripal y su hija Yulia, la otra víctima, han sido objetivos deliberados.
Además, uno de los agentes que acudieron en auxilio de Skripal y su hija, de 33 años, ha enfermado y permanece ingresado.
Un portavoz de la Sanidad británica ha aclarado que los lugares en los que estuvieron las víctimas ya han sido inspeccionados y asegurados y que el riesgo que este caso representa para la salud pública es bajo.
AGENTE DE INTELIGENCIA MILITAR
Skripal y su hija enfermaron el domingo, tras pasar la tarde en un centro comercial de Salisbury, y fueron encontrados inconscientes en un banco cercano. "Él hacía movimientos extraños. Miraba al cielo", ha contado una testigo a BBC.
Este excoronel de la Inteligencia Militar de Rusia (GRU), de 66 años, fue condenado en 2006 a 13 años de cárcel por espiar para Reino Unido. Habría entregado información sensible al MI6 sobre las células rusas en Europa a cambio de pagos de dinero que habría ingresado a través de una cuenta bancaria en España, de acuerdo con Reuters.
Fue uno de los presos liberados por Rusia en el marco de un canje de espías acordado con Estados Unidos en 2010, el mayor que se ha llevado a cabo desde la Segunda Guerra Mundial. Se hizo en una terminal comercial del aeropuerto internacional de Viena, con dos aviones, uno de Washington y otro de Moscú, en paralelo.
Los agentes rusos, entre los que se encontraba la célebre espía Anna Chapman, fueron recibidos como héroes por el presidente, Vladimir Putin, de quien depende directamente el GRU.
Skripal se trasladó entonces a Reino Unido, donde había recibido asilo y vivía sin llamar la atención hasta el pasado domingo.
El caso recuerda al del exagente Alexander Litvinenko. Una investigación británica determinó que Putin ordenó su muerte. Falleció en 2006 en Londres envenenado con polonio 210, una sustancia radiactiva. Otro exespía, Alexander Perepilichny, que ayudó en una investigación suiza sobre blanqueo de dinero, fue encontrado muerto en 2012 en Reino Unido.