Una mujer británica fue violada por su hermano. Atormentada por los recuerdos, decidió contar su historia para compartirlo con otras personas, ayudar a otras víctimas y trata de aliviar su dolor. Pero el efecto fue contrario. La víctima, con un hijo, se sintió tan avergonzada que quiso quitarse la vida.
Pensó hacerlo de una manera rápida y sin que nadie se diera cuenta, pero su hijo notó que algo iba mal. "Estaba decidida y estaba fuera de mí. Hice todos los arreglos necesarios para que no me encontraran. Por una razón u otra, mi hijo notó que algo no estaba bien, cogió su coche, condujo hasta mi casa y encontró a su madre inconsciente", cuenta la víctima en unas declaraciones recogidas por 'La Nueva España'.
Tras llevarla al hospital, donde la reanimaron y pasó varios días atendidas por profesionales hasta su recuperación, fue enviada a casa. El horror continuó. "Tardé otras cuatro semanas en contárselo a la policía. Ni siquiera podía decir por qué", confiesa.
Antes de la violación, la víctima recuerda que era una estudiante dedicada, una niña feliz que se convirtió en una adolescente. Ahora, con 50 años, se niega a llamar "hermano" al hombre que abusó de ella, pues perdió el derecho cuando abusó sexualmente de ella. Unas agresiones que se repitieron en "numerosas" ocasiones, en el domicilio familiar, cuando estaban a solas y sin que nunca nadie supiera nada.
Tiempo después, cuando consiguió contar todo lo ocurrido a la policía con detalles, sintió que por fin se había liberado de aquellos horribles momentos y de los recuerdos que tanto la atormentaban: "Liberar mi trauma me ha liberado por completo".