El proyecto, que requiere aún el visto bueno del pleno para ser ley, ha sido adoptado por una amplísima mayoría de 13 votos a favor y 4 en contra en la sesión conjunta de las comisiones.
Si prospera esta ley, los menores de edad podrán acogerse a la eutanasia si sufren "dolores físicos insoportables e inaplacables", están en fase terminal de su enfermedad y cuentan con el permiso de sus padres y de un equipo médico.
Casos dolorosos
Con esta ley se evitará el sufrimiento de familias como la de la pequeña Ella-Louise, cuya enfermedad crónica llevó a su madre, Linda, a ver cómo su hija agonizaba lentamente sin poder hacer nada, informa CNN. En las últimas horas de su vida “nos decían que era mejor que no le diéramos líquidos ya que los bebés sobreviven con poca cantidad de líquidos”, explica. “Dejamos de alimentarla. Al final, era sólo huesos y piel”.
Ella- Louise, de diez meses, murió hace dos años de la enfermedad de Krabbe, una rara y terminal mutación genética que daña el sistema nervioso. En los días finales de su vida, el dolor era tanto que ni siquiera se movía. “Murió un martes. El lunes, vimos en su cara el sufrimiento por el dolor. Y entonces es cuando empiezas a enfadarte porque sabes que no hay medicación que le quite ese dolor”. Linda hubiera deseado haberle administrado una dosis de medicación para que el final de su hija llegara más rápido y ahorrarle sufrimiento.
La eutanasia en el mundo
En Bélgica, hasta ahora sólo estaba legalizada la eutanasia para los mayores de 18 años. También en Holanda y Luxemburgo. Bélgica sería el primer país en autorizar la eutanasia para menores.
En Suiza, la eutanasia está prohibida pero se permite el suicidio asistido, es decir, un médico puede proporcionar al enfermo irreversible una dosis letal de medicamento, que deberá tomar el paciente por sus propios medios.
En otros países europeos como Noruega, Dinamarca, Alemania o Austria, entre otros, rige un modelo similar al de España, en el que el paciente goza de autonomía para rechazar, él mismo o a través de su familia, determinados tratamientos aunque pueda conducirle a la muerte.
Italia tiene reconocido en la Constitución el derecho a rechazar un tratamiento y Francia mantiene abierto un debate recurrente sobre la muerte digna y los límites de prácticas como la eutanasia o el suicidio asistido, aunque ambas siguen prohibidas.
En Estados Unidos, tres estados, Washington, Oregon y Montana, permiten el suicidio asistido. Los médicos pueden allí prescribir drogas a pacientes terminales con una expectativa de vida no mayor de seis meses, para que ellos mismos se las administren.
En Australia, la eutanasia es legal en los estados del norte desde mediados de la década de los noventa. Otros casos particulares están en Canadá, en donde las leyes que prohibían el suicidio asistido fueron abolidas el 15 de julio de 2011 pero la eutanasia se encuentra en este momento en un limbo legal, mientras que en Irlanda es ilegal contribuir activamente a la muerte de alguien, pero no es ilegal remover el soporte vital si la persona o el representante legal lo solicita.
Respecto a países latinoamericanos, en Argentina está aprobad la ley de "muerte digna" que otorga a los pacientes con cuadros terminales el derecho a rechazar procedimientos para prolongar la vida que produzcan sufrimiento. En México se aplica la ley del "bien morir" en casos de enfermos desahuciados que viven en la capital pero no tiene aplicación en el resto del territorio y en Venezuela es ilegal, pero los códigos de ética médica autorizan a los especialista la utilización de analgésicos potentes aunque estos acorten el período vital.