Estampida de la población de Afganistán tras la vuelta al poder de los talibanes talibanes. Miles de personas tratan de salir del país a la desesperada. El caos se ha apoderado del aeropuerto de Kabul, donde se han registrado cinco muerto. Tal es la situación que, de hecho, se ha suspendido la salida de todos los vuelos y las carreteras están también colapsadas. Mientras, los distintos países en la zona aceleran el regreso de sus ciudadanos destinados allí. Entre ellos, España envía este lunes dos aviones para repatriar a los españoles y a los colaboradores del Gobierno.
En imágenes sumamente dramáticas y escalofriantes, entre la gran multitud que logró llegar al aeropuerto de Kabul buscando huir de los talibanes a la desesperada, varios afganos han intentado incluso subirse a un avión de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos mientras rodaba por la pista para despegar.
De hecho, en una escena durísima algunos testigos grabaron el momento en que, con el aeroplano ya en pleno vuelo, instantes después de despegar comenzaban a caer cuerpos al vacío.
El aeropuerto de Kabul es la única salida de la ciudad. Allí, en las imágenes grabadas para inmortalizar el caos, se puede escuchar el sonido de los disparos lanzados al aire para evitar que asaltasen los aviones del lugar.
Se cree que las víctimas que ha habido hasta ahora, hoy lunes, han fallecido en medio de los empujones y las caídas. Los cuerpos yacían sin que nadie tuviera tiempo de recogerlos.
Miles de afganos se ven condenados a la miseria o a una muerte segura sin que esta vez nadie vaya a ayudarles. Veinte años de ayuda internacional acaban con la desintegración del Estado, y en la segunda era talibán.
La desesperación registrada hoy es la continuación de la sucedida también el día previo, cuando se formaron atascos monumentales para, precisamente, poder alcanzar el aeropuerto.
Anoche cientos de afganos trataban de subir a cualquier avión que pudiera sacarlos de Kabul, y dentro de los aviones se producían también escenas que daban cuenta del nerviosismo y la tensión en el país.
Todas las imágenes que la Casa Blanca quería evitar se están produciendo: incluido el vuelo constante de helicópteros que van de un lugar a otro en busca del personal de las embajadas.
Mientras, en las calles los talibanes han puesto ya los primeros controles. Se encuentran cómodos en su nuevo papel de autoridad, y han comenzado por imponer un toque de queda desde las nueve de la noche en un país que ya es suyo.
Los militares intentan dispersar al gentío a tiros. Circular por las calles de Afganistán está siendo misión imposible por las personas que tratan de huir. Con los talibanes al frente de autopistas y puestos fronterizos, la base aérea de Kabul es la última vía de escape que ha cerrado Estados Unidos -desde esta noche controla el espacio aéreo-.
Ahora, solo los aviones militares están autorizados a evacuar y se han cancelado todos los vuelos comerciales. Miles de civiles aterrorizados intentaron conseguir un vuelo para huir del país. Algunos terminaron a empujones en un avión con destino a Estambul porque no podía despegar. Según los informes, cinco personas han muerto en el aeropuerto de Kabul en pleno caos por salir del país.
A contralerroj, el Gobierno español acelera sus planes de evacuación. Este lunes, el ministerio de Exteriores enviará dos aviones para el regreso de españoles y colaboradores afganos. Es uno de los más de 60 países que piden al movimiento talibán la salida pacífica de civiles.
"Hemos acordado que nos brindaremos apoyo mutuo en los esfuerzos de evacuación de los próximos días", ha señalado al respecto Heiko Maas, ministro federal de Asuntos Exteriores de Alemania. Algunos afganos ya han conseguido llegar hasta el aeropuerto de Toronto o Nueva Delhi. "No puedo creer que el mundo haya abandonado a Afganistán", señalaba una mujer. Una semana de vértigo que termina con la imagen del mulá Baradar Akhund declarando la victoria de los talibán y el fin de la guerra en Afganistán.