La Fuerza Aérea de los Estados Unidos va a realizar, algún momento de este mes de marzo, una nueva prueba con un nuevo misil supersónico que, según afirman, podría alcanzar hasta 20 veces la velocidad del sonido. El misil AGM-183A será transportado por un bombardero B-52H que lo lanzará para que alcance, en esta prueba, una velocidad superior a 5 veces la del sonido. Una segunda fase de la prueba hará que el misil se desintegre en la atmósfera.
El misil AGM-183A es el primer arma hipersónica, o arma de respuesta rápida lanzada desde el aire (ARRW en sus siglas en inglés), con el que contará el ejército estadounidense. La principal característica de este misil es que viajará de forma extremádamente rápida a través de la atmósfera, superando hasta 20 veces la velocidad del sonido, y lo hará a altitudes tan bajas que es imposible que los sistemas actuales de defensa contra misiles puedan neutralizarlo.
La prueba que realizará el ejército estadounidense este mes se centra en probar el cohete propulsor del misil, en lugar del misil en su conjunto. Este vuelo de prueba "demostrará la capacidad del propulsor para alcanzar velocidades operativas y recopilar otros datos importantes", según ha comunicado la Fuerza Aérea de Estados Unidos. La prueba comprobará la separación del misil de forma segura y la capacidad de control del misil lejos del portaaviones B-52H, a través de la fase de encendido y refuerzo. El misil no mantendrá el vuelo y se desintegrará poco después de la separación.
El nuevo misil AGM-183A cuenta con dos fases diferenciadas de vuelo. Durante la primera, el cohete acelera el arma a una velocidad más alta que la del sonido, pero logra mantenerlo a una altitud mucho más baja que los misiles balísticos intercontinentales (que suelen elevarse por encima de la atmósfera). En una segunda etapa, el arma despliega un planeador que dirige al misil por el tramo final de su viaje hacia el objetivo. En esta segunda fase el misil planea en el aire a altísima velocidad, y puede realizar movimientos impredecibles mientras se desliza en las corrientes de aire, lo que lo hace casi imposible de ser interceptado por cualquier sistema de defensa.
Según explica la Fuerza Aérea, los sistemas de defensa antimisiles están diseñados para interceptar los misiles balísticos en su pico máximo de arco en la atmósfera, cuando están a mayor altitud, ya que es cuando el sistema tiene una mejor línea de visión de su objetivo y el arma tiene una trayectoria más previsible. En el caso del AGM-183A, su vuelo hipersónico será de muy baja altura, y su sistema de vuelo en dos fases no contará con un arco de trayectoria fácil de descifrar para los sistemas de defensa.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos dijo en un comunicado que el arma fue diseñada para destruir "objetivos de alto valor y sensibles al tiempo". Los prototipos de misiles AGM-183A podrían estar disponibles para su uso en el campo de batalla en el año 2022.