EEUU espera más atentados en Kabul y apunta al Estado Islámico por su modus operandi, aún más cruel
Altos cargos de EEUU sugieren que una facción del Estado Islámico estaría detras de las explosiones en Kabul
Más crueles si cabe que los talibanes, llegan incluso a considerarles blandos
Los propios talibanes tendrían ahora un problema con el Estado Islámico: en medio, los inocentes
Estados Unidos ya había advertido en reiteradas veces de que en cualquier momento se podía producir un atentado en el aeropuerto de Kabul como los registrados este jueves, donde dos explosiones en las inmediaciones del lugar han dejado más de 60 muertes.
Los atentados confirman que el riesgo es real y la preocupación en estos momentos es que se cree que podría haber más. Por eso EEUU continúa pidiendo a sus ciudadanos que se alejen del aeropuerto de inmediato. El Pentágono ha confirmado la muerte de al menos 12 soldados estadounidense y 15 más heridos.
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Altos cargos de EEUU creen que los ataques llevan el sello del Estado Islámico
De lo que no existe confirmación oficial es de la autoría de los ataques en las inmediaciones del aeródromo, que se habrían producido en primer lugar por un atentado suicida con un chaleco explosivo y en segundo por un coche bomba. Las explosiones se han producido por un lado en las puertas de Abbey Gate, un punto clave para el acceso al aeropuerto de Kabul, y por otro lado junto al Hotel Baron. No hay confirmación, pero sí una gran sospecha: altos funcionarios estadounidenses apuntan al Estado Islámico por el modus operandi del ataque, que por su parte habría de hecho reivindicado el ataque como propio a través de su agencia de noticias afín, Amaq.
Se cree que una de sus facciones, aún más radical que los talibanes, podría estar detrás de estos atentados que ponen fin,de forma trágica y abrupta, al sueño de cientos de miles de afganos que buscaban desesperadamente huir a países más seguros.
Estado Islámico se estableció en Afganistán en 2015 cuando tenía un califato en Iraq y Siria y miles de yihadistas engrosaban las franquicias. Desde el principio, su seña de identidad han sido distintos atentados con todavía más víctimas, siendo más crueles si cabe que los talibanes, como el que en julio de 2016 dejó 80 muertos también en Kabul.
Más crueles si cabe que los talibanes, llegan incluso a considerarles blandos
Defensores de una version salafista tan dura que consideran a los talibanes blandos, en mayo de 2021, igualmente en la capital afgana, cometieron uno de los peores y más recientes atentados: un coche bomba contra un colegio de niñas hazaras en Kabul. Mataron a más de 80, entre los 11 y los 15 años.
A pesar de su crueldad, no obstante, las cosas no fueron bien desde el principio: muchos eran talibanes pakistaníes, con una relación complicada con los talibanes afganos, que no estaban dispuestos a permitirles ocupar su espacio y el de Al Qaeda.
Estado Islámico, un problema también para los talibanes
Otras veces eran el Ejército de Estados Unidos o el afgano los que detenían a sus líderes. Muchos son antiguos talibanes pakistaníes. En unos años han pasado de 4.000 a menos de 2.000. Antes eran un problema del Gobierno afgano. Ahora un problema de los talibanes.
En medio quedan los inocentes, víctimas de la tragedia, la crueldad y el terror que infundan en el país.
El Estado Islámico Provincia de Jorasán
En Afganistán el Estado Islámico se hace llamar Estado Islámico Provincia de Jorasán. El nombre alude a una región histórica que a día de hoy se reparte entre Afganistán y Pakistán y su objetivo es compartido con otras organizaciones afines: imponer una estricto régimen bajo la 'sharia' o ley islámica. Sus doctrinas son incluso más duras con los talibán, a los que consideran herejes y a quienes recriminaron el acuerdo de paz sellado en febrero de 2020 con el entonces Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el expresidente Donald Trump, punto de partida del repliegue extranjero.
En los últimos años, Estado Islámico Provincia de Jorasán ha sufrido varias derrotas militares y la detención de algunos de sus principales líderes, pero ha terminado creciendo al albor del caos en que se ha visto sumido Afganistán y ha seguido perpetrando atentados, también en Kabul. Entre sus objetivos figuran desde autoridades locales a fuerzas extranjeras.