Entusiasmo en el regreso de los ferris al Estrecho
La elevada afluencia de pasajeros en los ferris en los primeros días transcurridos desde la reapertura de las fronteras marítimas entre Marruecos y España –después de dos años de cierre- augura un verano de récord
“Va a ser un verano tremendo”, afirma Benito García, profesor español afincado en Tánger desde hace tres décadas, al bajarse de uno de los ferris que atracaron este jueves en la antigua ciudad internacional procedente de la gaditana localidad de Tarifa. Después de dos años de fronteras marítimas cerradas entre Marruecos y España, primero por la pandemia y después por el desencuentro bilateral, la afluencia en los buques que conectan los puertos de Tarifa y Tánger –la ruta se restableció el pasado día 12 y el 18 hizo lo propio la conexión Algeciras-TangerMed- está siendo elevada en las primeras jornadas. La vuelta de los ferris al Estrecho plasma el primero de los acuerdos alcanzados por la monarquía de Mohamed VI y el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado 7 de abril en Rabat tras quince meses de crisis.
El cierre de las rutas marítimas entre los distintos puertos españoles –Algeciras, Tarifa, Motril, Málaga y Almería- y marroquíes ha supuesto que durante dos años centenares de miles de marroquíes de origen y residentes en el continente europeo –víctimas de las vicisitudes políticas- no hayan podido reencontrarse con sus familias. También la reducción del número de turistas marroquíes en España y de visitantes españoles en tierras de Marruecos. A pesar de que el espacio aéreo marroquí ha estado abierto –aunque de manera intermitente- durante gran parte de la pandemia, la opción del avión ha sido impensable para la mayoría de marroquíes residentes en Europa.
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Hay ganas de cruzar esta autopista humana que ha servido de puente entre Europa y África a lo largo de la historia. Las imágenes de los interiores de los buques repletos de pasajeros en los últimos días, en pleno Ramadán, avisan de lo que está por venir. “En el coche y el ferry podemos traer muchas cosas a nuestras familias en Marruecos desde Europa, tenemos más flexibilidad a la hora de sacar los pasajes y además el vehículo nos da la libertad para movernos por el país”, explica el investigador universitario Abdelkhalek Najmi, natural de Tánger y afincado en Granada desde hace siete años.
“Mi familia y yo no nos hemos planteado viajar a Marruecos en más de dos años. Ha nacido en este tiempo una hija mía y a la emoción de regresar a casa este verano se va a unir al hecho de que mis padres van a conocer al fin a su nieta. Estamos impacientes”, confiesa el también periodista marroquí desde la ciudad de la Alhambra.
La nueva etapa en las conexiones marítimas ha llegado con una noticia buena y otra mala para los bolsillos de los viajeros. Los billetes individuales de las compañías que han comenzado a operar han regresado con un incremento de precios respecto a los anteriores a la pandemia. El pasaje individual para la ruta Tarifa-Tánger con FRS –la primera naviera en operar la travesía- se sitúa en los 43,5 euros y en 430 dírhams (algo menos de 43 euros) el de Intershipping, que está a punto de comenzar a cubrir también la citada ruta. Por otra parte, según la web de FRS, un individuo que quiera cruzar el Estrecho a bordo de un coche deberá pagar 227 euros. Más económica es la conexión entre Algeciras y el puerto TangerMed, exactamente 37,5 euros por trayecto individual, con la citada naviera de origen alemán.
Una empleada de FRS admite a este reportero que no se trata de una conexión económica: “Es lo que dicen, ¿no? Que es la travesía marítima más cara del mundo…”. Con todo, el veterano docente español lo tiene claro: “Y aunque subiera un 20 o un 30% el precio del billete: los marroquíes están dispuestos a pagar lo que sea para viajar en barco”. Al caer el sol en el Estrecho, el buque rojo y blanco de la naviera del delfín se inunda de espiritualidad: es el iftar y los dátiles y los bricks de leche y zumo afloran en mesas y butacas. Iniciadas las conexiones entre Algeciras y Tarifa con Tánger, parece inminente el regreso de los ferris entre Motril (Granada) y Nador (ciudad marroquí vecina a Melilla).
La noticia positiva de este arranque de las conexiones marítimas entre España y Marruecos tiene que ver con las restricciones sanitarias para los viajeros que quieran acceder a suelo marroquí en ferry: ya no es necesario presentar una prueba PCR negativa junto al certificado covid y el billete, como sigue siendo el caso para el avión. Ahora basta con uno de los dos documentos. En todo caso, el Gobierno marroquí, siempre cauteloso en los protocolos sanitarios en sus fronteras desde que comenzara la pandemia, ha asegurado esta semana que la eliminación de la restricción para las conexiones áreas es inminente.
Encuentro bilateral en Rabat para preparar la OPE
Y tras la reapertura de las fronteras marítimas, en el horizonte –resta un mes y medio- se sitúa la Operación Paso del Estrecho (OPE). La próxima semana sendas delegaciones de los ministerios del Interior de España y Marruecos se reunirán en Rabat para preparar la OPE 2022 tras dos años sin que haya habido dispositivo. La delegación española en la capital marroquí estará encabezada por la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea.
Según datos del Ministerio del Interior español, en el último verano en que se celebró la Operación Paso del Estrecho, 2019, más de 3,3 millones de personas –y por encima de los 760.000 vehículos- cruzaron el Estrecho, lo que supuso un incremento del 3,5% respecto al año anterior. Cifras récord que pueden batirse este verano. En plena crisis diplomática, el pasado verano se planteó la posibilidad de que Portugal –a través de Portimao- y Marruecos ensayaran una fórmula a pequeña escala de la operación estival en aguas del Estrecho. La falta de capacidad del puerto luso y las más de seis horas de travesía acabaron haciendo inviable el dispositivo.
El encuentro entre las delegaciones de Interior de Rabat no será el único que reunirá a representantes de los dos países en las próximas fechas en Marruecos, ya que el día 11 de mayo el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, acudirá a una cita de la coalición internacional anti Daesh en Marrakech, donde coincidirá con su homólogo marroquí Nasser Bourita –aún no está confirmado un encuentro entre ambos a solas- y estadounidense Antony Blinken.
Entretanto, cuando el Ramadán –que se había marcado como referencia- está a punto de concluir, sigue sin haber anuncio de fechas exactas para la apertura de las fronteras entre Ceuta y Melilla y Marruecos. Este viernes, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska ha asegurado que la apertura de los distintos pasos será “inminente”. Desde Marruecos, que no reclama oficialmente la soberanía de los dos municipios españoles pero cuyos responsables políticos se refieren a menudo a los mismos como “ciudades ocupadas”, se guarda silencio.
Los pasos fronterizos entre el país norteafricano y las ciudades autónomas permanecen cerrados desde el día 13 de marzo de 2020, misma fecha en que se clausuraron las conexiones marítimas en pleno estallido de la pandemia. El punto más tenso de estos dos años en las fronteras se vivió entre los días 17 y 19 de mayo del año pasado en el Tarajal, cuando, en pleno desencuentro entre Rabat y Madrid, más de 10.000 personas accedieron a territorio ceutí desde Marruecos gracias a la permisividad de las fuerzas de seguridad marroquíes.