La explosiva entrevista de Meghan y Harry divide a los británicos: "Atacó a la realeza, pero también a mi país"
La entrevista de Meghan Markle y el príncipe Harry para Oprah Winfrey divide a los británicos
Frente a la población más joven, los más mayores no muestran tanta simpatía por Meghan
"Solo hemos oído una versión de los hechos", denuncian algunos
La demoledora entrevista concedida por Meghan Markle y el príncipe HarryMeghan Markle y el príncipe Harry a la famosa Oprah Winfrey continúa dinamitando los cimientos del Palacio de Buckingham, la residencia de la familia real británica.
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Desde su difusión este domingo, las declaraciones emitidas por los duques de Sussex han provocado un auténtico tsunami en la Casa Real británica, que inevitablemente ha tenido que pronunciarse ya para manifestar su “preocupación” y su pesar por “el alcance” de los hechos relatados.
No en vano, Meghan Markle dijo haberse sentido “aislada, solitaria y carente de apoyo” durante su estancia en Reino Unido, más allá de contar con el férreo respaldo de su esposo.
Además, aseguró haber tenido pensamientos suicidas y llegó a hablar de racismo en el seno de los Windsor, asegurando que escuchó conversaciones de lo “oscura que sería la piel de Archie (su primer hijo) cuando naciera”, teniendo que asumir que no iba a ser tratado de la misma manera que cualquier otro miembro de los Windsor; que no sólo no iba a recibir título, sino que en consecuencia tampoco iba a tener un equipo de seguridad que le mantenga protegido.
Tanto ella como el príncipe Harry manifestaron a Oprah que durante aquella etapa, antes de dejarlo todo para marcharse a Estados Unidos, se sintieron silenciados y difamados, además de blanco constante de los medios de comunicación, a los que también señalan por verter falsedades.
Tanto es así que, de hecho, la duquesa de Sussex revelaba en la entrevista que aquella información que apuntaba que ella hizo llorar a Catalina de Cambridge justo antes de su boda fue justamente “al revés”. Esa información, dice, fue “el asesinato” de su “personaje” en la sociedad británica.
En la explosiva entrevista, Meghan Markle no se dejó casi nada, y por eso tampoco se olvidó de su familia, de su padre y su hermanastra. Concretamente, dijo que se sintió “traicionada” por su progenitor, Thomas Markle, de quien dice que nunca le llegó a reconocer la verdad: que habló con la prensa incluso antes de su enlace matrimonial con el príncipe Harry para explotar la imagen de su hija aunque fuese a cuesta de información falsa, dañina y perniciosa.
Además, sobre su hermanastra Samantha, quien publicó un libro con las “verdades escondidas” sobre la familia, también fue contundente: “Ella cambió su apellido de nuevo a Markle solo cuando comencé a salir con Harry. Así que creo que eso dice suficiente…”, manifestó a Oprah.
"Caos en Palacio"
Ante tales declaraciones, Buckingham vive la tormenta desatada por la entrevista con consternación, “intensa conmoción y tristeza”, mientras en Reino Unido los ciudadanos asisten con incredulidad al enésimo ‘culebrón’ de la familia real británica entre una marcada división de opiniones.
Entre tanto, los periódicos ingleses están exprimiendo al máximo este nuevo capítulo de uno de los grandes clásicos del país: las trifulcas de los Windsor.
Hablan de ‘Caos en Palacio’. ‘Qué triste que todo haya terminado así’, titulan. La entrevista, la cual vieron más de 12 millones de espectadores, la dieron el príncipe Harry y Meghan Markle, pero casi todo ha acabado girando en torno a ella.
“Es horrible cómo la ha tratado la prensa”, dicen hoy algunas jóvenes, mientras otros confían en que la gente no sea tan dura después de lo que ha contado.
Sin embargo, más allá de los jóvenes encuentra pocas simpatías. Según una encuesta en la que se pregunta si los duques de Sussex han sido tratados de manera justa, a Enrique y Meghan solo los apoya el 22% de los británicos.
“No solo ataca a la realeza, también a mi país, y eso no me gusta”. “Solo hemos oído una versión de los hechos y no creo que sea precisamente la correcta”, sostienen sus detracteros.
El debate sobre Meghan Markle es encendido, tanto que cuando a Piers Morgan, presentador estrella de la televisión británica, le recriminaban en directo su antipatía hacia ella, abandonó el plató y presentó su dimisión.