Según informa el diario británico, The Telegraph, la cámara capta cómo Violetta Aylward, apaga el ventilador de la máquina que mantiene con vida a Merrett Jamiem, que quedó paralizado del cuello para abajo después de sufrir un accidente de tráfico en el año 2002.
Merrett mandó colocar una cámara de seguridad en la cabecera de su cama preocupado por el nivel de atención que estaba recibiendo. En el vídeo, grabado sólo unos días después de instalar la cámara, aparece la enfermera tocando el ventilador de la máquina y se escucha una alarma que indica que se ha apagado. A continuación se ve como Aylwerd, presa del pánico, intenta reiniciar la máquina, pero no lo consigue.
Graves daños cerebrales
Sólo cuando llegaron los servicios de emergencia, 21 minutos después, lograron encender la máquina de nuevo. Pero era demasiado tarde, Merrett sufrió daños cerebrales graves que le han dejado la capacidad mental de un niño pequeño.
Antes del incidente, Merrett era capaz de hablar, utilizar una silla de ruedas y manejar un ordenador utilizando la tecnología activada por voz. Pero ahora su calidad de vida ha disminuido considerablemente y su familia estudia tomar acciones legales.
Enfermera poco preparada
La enfermera Aylward, ha sido suspendida mientras que el Consejo de Enfermería y Obstetricia investiga lo sucedido. Desde la National Health Service no han querido hacer ningún tipo de declaraciones.
La familia de la víctima, asegura al diario británico, que Merrett había mostrado mediante un mail su preocupación porque consideraba que la enfermera no estaba preparada para utilizar la máquina que le ayuda a respirar. BQM