Una enfermera se somete a una liposucción por ultrasonido y acaba con un agujero en la pierna
Tras la operación, la mujer no puede caminar bien
Una enfermera estadounidense, de 42 años, se sometió a una liposucción con el fin de aliviar la hinchazón en sus piernas y terminó con un agujero en la pierna y la piel necrosada.
Marie Allen nunca pudo imaginar el riesgo que sufriría al someterse a una cirugía Vaser, realizada por ultrasonido, para poner fin a su lipedema. La operación, que según su cirujano era segura, le provocó un agujero en mitad de la pantorilla según La República.
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Tras la operación, la mujer empezó a sentir ardor en la piel. Cuatro días más tarde, su pierna estaba llena de ampollas. Motivo por el cual pidió una cita de revisión, que tendría una demora de una semana.
Durante dicho periodo, su pierna empezó a pelarse como si de una cebolla se tratase. En siete días, su piel estaba completamente necrosada. Piel que tuvo que ser retirada, dejando un cráter que dejaba entrever el músculo en la pierna de la señora.
Ahora, Allen no puede caminar bien y tiene un injerto en su pierna por el que tuvo que pagar 32.000 dólares, casi 29.000 euros al cambio.