Kache Wallis, "kache con k", como le gustaba decir al pequeño de solo 4 años de Hurricane City, Utah (EEUU), estuvo desaparecido durante días. Su abuela le había dejado acostado la noche del 24 de julio en la cama y, por la mañana, no le encontró allí.
Familiares y amigos buscaron al niño, pero no le encontraron por lo que no tardaron en avisar a la Policía, según un comunicado del propio Departamento de Policicía de Hurricane City. Hicieron una primera búsqueda en la vivienda, pero no hallaron al pequeño.
Como consecuencia, todos se afanaron en encontrar al pequeño fuera de casa: publicaron carteles por las redes sociales, solicitaron la ayuda de voluntarios y otras unidades.
Sin embargo, durante el curso de la búsqueda y la investigación, según apunta el comunicado de la Policía, se decidió volver a revisar la vivienda. Esta vez los detectives sí localiazron a Kache Wallis. El cuerpo del pequeño estaba en el interior de un baúl para juguetes dentro de su propia habitación.
Después de interrogar a varios miembros de la familia, de investigar los hechos y de realizarle una autopsia al niño, se concluyó que Kache Wallis falleció por asfixia posicional.
La Policía ha trasladado a través de las redes sociales sus condolencias y se ha iniciado una campaña de GoFundMe para recaudar fondos para el funeral del pequeño.