El cuerpo de Lynn Gay Keene, una mujer de 70 años, ha sido hallado sin vida con signos de violencia en su propio sótano en Linville Falls, Carolina del Norte (EEUU), casi dos meses después de que su familia denunciase su desaparición.
El 14 de junio fue el último día que la familia de Lynn Gay Keene supo algo de ella. Habían contratado a Elizabeth Freeman, de 53 años, para que cuidase de ella. Cuando desapareció, dieron la voz de alarma y la Policía del condado de Avery inició una investigación.
Inmediatamente, fueron a su casa, pero al no contar con una orden de registro y no abrirles nadie, no pudieron entrar. No obstante, observaron que su coche no estaba aparcado, así que comenzaron a buscar el vehículo y, el lunes, la Policía de Cherokee lo encontró abandonado en una carretera de Blue Wing con las llaves debajo del asiento del conductor, según publica ‘The Sun’.
Este hallazgo les permitió obtener una orden de registro de la casa de Keene. Allí, tras un registro, encontraron restos humanos enterrados en el sótano. Los dientes permitieron confirmar que correspondían con la anciana y la autopsia reveló que había sido asesinada. Lynn Gay Keene fue estrangulada con un cinturón y recibió un fuerte golpe en la cabeza.
Entonces, el Departamento del Sheriff del condado de Avery y agentes del SBI iniciaron una búsqueda de su cuidadora, quien sospechan que podría haber estado utilizando otro nombre. En el transcurso de la investigación, encontraron un vídeo de una cámara de seguridad de una tienda que la mostraba conduciendo el coche de Keene y utilizando una de las tarjetas bancarias de la septuagenaria.
Finalmente, la encontraron el viernes en un hospital del oeste de Carolina del Norte por un problema relacionado con estupefacientes, por lo que no pudo ser arrestada como sospechosa de hurto del coche, robo de tarjetas y de identidad.
Además de Elizabeth Freeman, la Policía cree que en el asesinato de Keene estuvieron involucradas más personas por lo que la investigación continúa abierta.