Ocurrió en un santuario de vida silvestre en Tailandia. Un turista grababa con su cámara la maravilla de la naturaleza. Se topó con un elefante y siguió grabando a pocos metros del animal cuando este embiste contra el hombre. El turista, lejos de salir corriendo, permaneció inmóvil y logró parar al elefante levantando su mano. Cuando el animal se marcha, el hombre sonríe satisfecho a sus acompañantes.