Ha sido su primera aparición en las últimas 36 horas. Desde la sala de reuniones de la Casa Blanca, con voz cansada y aspecto apesadumbrado, el presidente Donald Trump ha denunciado los resultados electorales que hasta ahora se conocen.
“Si contamos los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los ilegales, van a intentar robarnos las elecciones, y no podemos permitírselo", dijo sin presentar ninguna prueba alguna que lo corrobore, y tratando de sembrar dudas sobre el resultado del escrutinio de los votos.
"Nuestra meta es defender la integridad de las elecciones", manifestó el líder republicano en su breve comparecencia ante los medios de comunicación.
Trump criticó las encuestas preelectorales que daban ventaja a su rival demócrata, Joe Biden, y aseguró que el proceso de escrutinio es injusto y corrupto.
En unos comicios celebrados en medio de una pandemia, en los que más de 100 millones de estadounidenses votaron por correo o de manera anticipada, el mandatario ha declarado también durante la rueda de prensa su victoria en los estados que aún están contando votos y que serán decisivos proclamar a un ganador.
Algunos cargos del partido republicano, como Harry Logan, gobernador del estado de Maryland, han repudiado las palabras de Trump desde la Casa Blanca: “No hay defensa para los comentarios del presidente esta noche minando nuestro proceso democrático”.
También el ex senador por Pensilvania, Rick Santorum, ha dicho a la CNN: “Espero que los republicanos se levanten en este momento y le digan a Trump lo que se tiene que decir”.
El vicepresidente Mike Pence, que en su momento dijo que Trump haría un traspaso limpio de poder si tuviera que hacerlo, no se ha pronunciado por el momento.
Donald Trump no está dispuesto a perder las elecciones presidenciales. A la vista de los resultados obtenidos hasta el momento y cuando el demócrata Joe Biden parece estar cada vez más cerca de la proclamación como presidente de los Estados Unidos, el líder republicano ha emprendiendo acciones legales contra varios estados impugnando el voto.
Los demócratas han rechazado los recursos legales presentados por la campaña de mandatario republicano en Pensilvania, Michigan y Georgia.
En Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania, un juez federal ha rechazado el intento de Trump para suspender el recuento de votos del estado. Los republicanos argumentaron que los funcionarios electorales están violando intencionadamente la ley estatal al no permitir que los observadores electorales de la campaña de Trump y el Partido Republicano vigilen el cómputo de las papeletas electorales por correo y en ausencia. El juez valoró la inexistencia de evidencias que avalen la demanda y ha instado a las dos formaciones políticas a que lleguen a un acuerdo, para lo que les ha sugerido que a cada partido se le permita contar con 60 observadores dentro de la sala donde del centro de convenciones donde se realiza el recuento.
El jueves por la mañana, en su cuenta de Twitter, el presidente escribió "¡Detengan el recuento!", tratando de paralizar el escrutinio de la elección, mientras el avance del conteo favorece a su contrincante. Biden por su parte, se mantiene confiado en los resultados e insiste en que "se debe contar cada papeleta".
El líder republicano ha atacado en numerosas ocasiones la integridad del proceso de votaciones por correo. Según la CNN, su asesores le están aconsejando que no haga más comentarios al respecto, puesto que estaría enviando a la ciudadanía un mensaje muy errado en caso de que finalmente fuera reelegido presidente.
Por otro lado, se ha sabido que el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés), procesó más de 150.000 papeletas el miércoles, un día después de la fecha programada para la celebración de los comicios del 3 de noviembre. Entre esas papeletas se incluyen más de 12.000 votos pertenecientes a los cinco estados clave que los candidatos a la presidencia se disputan en la recta final de las elecciones.
El hecho de que los sufragios fuesen entregados cuando las urnas ya habían cerrado, no significa necesariamente que todas no vayan a contarse, ya que en muchos estados los votos siguen siendo válidos siempre y cuando fuesen enviados el mismo día de la jornada electoral o los días previos. La gravedad del asunto recae en la evidencia de las fallas del servicio de la agencia de correos, que pone en riesgo el resultado más fiable para el recuento definitivo de los votos.
Tres días después de la celebración de las elecciones de EEUU, el país sigue en ascuas sin saber quién será el definitivamente el candidato que ocupará la Casa Blanca.
Cuando el marcador da al demócrata Joe Biden la mayoría de los electores, con 253 votos electorales a su favor frente a los 214 de Donald Trump (los candidatos necesitan al menos 270 votos para llegar a la presidencia), cinco estados claves están aún pendientes de concluir el escrutinio de las votaciones emitidas por correo, y que por tanto, determinarán el nombre del próximo presidente de la primera potencia mundial. Esos estados son Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania, Nevada y Arizona.
Mientras los tres primeros parecen por inclinarse por el bando republicano, los otros dos, lo hacen por el candidato demócrata.
El estado de Georgia, donde Trump logró convencer a la mayoría de los votantes en 2016, se ha convertido ahora en una interrogante para el presidente. Con el 99% de los votos escrutados, Trump va liderando la carrera de manera más que ajustada por una diferencia de cerca de 2.000 votos. El ganador sumará un total de 16 votos electorales.
Los funcionarios de Georgia dijeron el jueves por la mañana que el procesamiento de las papeletas de voto en ausencia pendientes continuará durante todo el día y hasta la noche, si es necesario.
Los demócratas no han ganado unas elecciones presidenciales desde 1992.
En Carolina del Norte, bastión republicano hasta la llegada de Obama, y que Trump conquistó en 2016, la mayoría de los electores se mantienen fiel al líder republicano quien se prevé que, con el 95% de los votos escrutados, se llevará los 15 votos electorales que proporciona este estado. Por el momento, Trump aventaja a Biden por poco más de un punto porcentual de diferencia.
Entre los cinco territorios que los aspirantes a la Casa Blanca se debaten al final de la carrera presidencial, Pensilvania, con 20 votos electorales, es el que más aporta. En este estado donde Donald Trump logró la victoria en 2016 por un margen de 0,7 puntos. Los republicanos llevan ahora la delantera con el 49,5% de los votos, sacando a Biden la misma ventaja que hace cuatro años a Hillary Clinton, y encabezan la contienda por algo cerca de 24.500 papeletas.
Las expectativas de Trump ha comenzado a desvanecerse en Arizona (11 votos electorales). A la espera de contabilizar el 14% de los votos emitidos, parece que se teñirá definitivamente de azul demócrata. En este estado, Joe Biden tiene una ventaja un poco más holgada, favorecido con el 50,1% de los votos frente a los 48,5% de Trump.
A falta de contabilizar el 11% de los votos, en Nevada se pronostica el triunfo definitivo de Joe Biden que lograría los seis votos electorales que aporta el estado. El exvicepresidente, con el 49,4% de las papeletas depositadas a su favor, mantendría el liderazgo en este estado que los demócratas lograron hace cuatro años, al vencer a los republicanos.
En el condado de Clark County, que incluye la ciudad de Las Vegas, los funcionarios han anunciado que esperan terminar de contar la mayoría de los votos el sábado o el domingo.