Con un juicio político pisándole los talones y unas elecciones presidenciales siempre en mente, el presidente Donald Trump ha querido mostrar, una vez más, que a él nada le afecta. Esta mañana, acompañado del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha presentado su plan de paz para Oriente Medio. La iniciativa, calificada de ¨histórica¨ por los israelíes, ha sido elaborada por su yerno Jared Kushner, de origen judío, durante 3 años.
A Trump le gusta que el mundo entero se haga eco de sus decisiones y acciones, por eso, para presentar su nuevo plan de paz para Oriente Medio ha querido tener a su lado a su ¨gran amigo¨ y primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. "Hace muchos, muchos años, decenios y siglos, que buscamos la paz en Medio Oriente. Y esta es una oportunidad", ha señalado el mandatario estadounidense.
El problema es que la otra parte implicada en el conflicto no solo no ha asistido a esta presentación, también ha dejado claro que no apoya el nuevo plan. De hecho, el líder palestino, Mahmud Abas, siempre dijo que la propuesta de paz de Trump estaba ¨muerta¨ incluso antes de que nacer, así que existen muchas dudas de si realmente esto es una ¨oportunidad¨ para mejorar o para ir a peor.
Tanto la UE como Naciones Unidas han mostrado su disposición al diálogo.
El ¨gran paso hacia la paz¨ de Donald Trump no se fraguó de la noche a la mañana. Jared Kushner, esposo de Ivanka Trump y asesor del presidente estadounidense, comenzó a trazar las bases de su propuesta en 2017. Lo hizo en medio de un gran hermetismo y, desde el principio, con pocas posibilidades de que su plan funcionara. El yerno del presidente estadounidense, que pertenece a la extensa comunidad judía que vive en EE. UU. - cerca de 5.2 millones -, ya había anunciado que no iba a incluir la creación del reclamado Estado palestino, y que se centraría en la economía.
Durante los 3 años de creación de plan, Netanyahu se encargó de que el contenido del proyecto favoreciera sus intereses, y Trump, a través de su yerno se lo permitió. Kushner pasó mucho tiempo en Israel y las largas reuniones con el primer ministro israelí dejaron cada vez más claro que el plan se inclinaría a favor de Israel.
Desde la Casa Blanca han tuiteado cómo ha sido la presentación del "plan del siglo" con una edición, incluso, de la llegada de Netanyahu a la Casa Blanca.
Donald Trump no da puntada sin hilo y detrás de esta propuesta hay muchos otros intereses, unos que giran en torno a las próximas elecciones presidenciales. El presidente estadounidense quiere asegurarse los votos de los segmentos importantes, entre ellos los electores evangélicos o donantes influyentes pro- Israel, como por ejemplo el magnate de los casinos, Sheldon Adelson. Votantes clave en las elecciones de noviembre. Y si para eso tiene que saltarse la posición de la comunidad internacional ante la solución del conflicto, lo hará.
Muchos han sido los intentos para intentar solucionar este conflicto que dura ya más de 70 años, pero de momento nadie lo ha conseguido. El primero que trató de buscar una solución fue el Secretario de Estado estadounidense a finales de los 60, William Rogers ideando tres planes enfocados a poner a poner fin a la guerra, pero no resultó. A su intento le siguieron los esfuerzos de varios presidentes de Estados Unidos, como Jimmy Carter, Ronald Reagan, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama. Ninguno tuvo éxito.
Trump también tenía que intentarlo, pero las posibilidades de que el plan prospere parece que son nulas. Los expertos relacionan el plan con un intento de distraer la atención de la política interna de ambos países (Trump en medio de un Impeachment Impeachmenty Netanyahu acusado de 3 casos de corrupción en su país y a solo 5 semanas de las elecciones en Israel).