EEUU: la Convención Nacional Demócrata y Republicana, en un marco histórico sin precedentes
La pandemia obliga a reajustar virtualmente a celebración de la fiesta política más importante antes de los comicios
Trump recauda más fondos económicos en la campaña mientras las encuestas dan la ventaja a Biden
La mayoría del voto popular no garantiza el camino a la Casa Blanca, tal y como le sucedió a Hillary Clinton en 2016
El impacto de la pandemia en la política estadounidense es innegable. A tan sólo unos días de la celebración de la Convención Nacional de los partidos Demócrata y Republicano - los eventos más importantes previos a las elecciones presidenciales-, sus respectivos Comités organizadores ultiman los detalles de lo que será una fiesta completamente diferente a la que históricamente lleva aconteciendo en el país cada cuatro años.
No pierden el entusiasmo, hay mucho en juego, pero la ejecución de esta ceremonia en la que oficialmente se nomina al candidato a las elecciones presidenciales y a sus vicepresidentes, dista mucho de la tradicional reunión que concentra a miles y miles de personas en un espacio cerrado, en el que resuenan las ovaciones a los candidatos, los aplausos, la música, y donde la lluvia de brillante confeti y globos envuelve a los fanáticos de los líderes políticos durante cuatro intensos días.
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La convención demócrata será virtual en su totalidad
El aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, ya no viajará a Milwaukee (Wisconsin), tal y como se había anunciado inicialmente, debido al elevado número de contagios por coronavirus que suma Estados Unidos, con más de 4,5 millones de afectados. El que fuera número dos del ex presidente Barack Obama, ofrecerá su discurso de manera virtual desde su casa en el estado de Delaware para aceptar su candidatura a la presidencia estadounidense. De la misma manera procederán todos los participantes, entre los que espera contar con Obama y la ex primera dama, Michelle Obama, que hablarán desde los lugares en los que se encuentren, para evitar los desplazamientos.
"Ponemos la salud y la seguridad del pueblo estadounidense primero", dijo en un comunicado el presidente de la Convención Nacional Demócrata, Tom Pérez. "Seguimos la ciencia, escuchamos a los médicos y expertos en salud pública, y continuamos haciendo ajustes a nuestros planes para proteger vidas".
El partido demócrata esperaba organizar el evento, en parte, como una forma de conectar con los votantes en Wisconsin que apoyaron estrechamente a Trump en las elecciones de 2016. Era la primera vez que el estado había respaldado a un republicano desde 1984. Durante el acto de este año, originalmente anunciado para mediados de julio y pospuesto del 17 y al 20 de agosto por la pandemia, están planificadas dos horas de programación cada día (de 9pm a 11pm) y contará, según han manifestado los funcionarios de la Convención, con “una sala de control de video virtual personalizada" para que los espectadores "reciban cientos de retransmisiones de todo el país, incluido el potencial de interactuar con estadounidenses de toda la nación".
La elección de la compañera de fórmula de Biden aún se desconoce. Entre nombres que suenan con más fuerza, destaca especialmente el de la senadora por California y ex candidata a la presidencia 2020, Kamala Harris; y el de Susan Rice, ex consejera de Seguridad Nacional, entre otras mujeres políticas.
Aún se desconoce desde dónde participará Trump en la Convención Nacional Republicana
Los republicanos, liderados por el presidente Donald Trump, también han modificado recientemente sus planes para la ansiada Convención, como consecuencia del avance del coronavirus. El partido gobernante llevará a cabo la ceremonia una semana después que sus contrincantes, entre el 24 y el 27 de agosto.
En principio, la celebración de la Convención Republicana se programó en Charlotte (Carolina del Norte), pero cuando el gobernador de este estado, en medio de la crisis sanitaria, no garantizó la asistencia de las 50.000 personas que esperaban reunir, el presidente Trump trasladó el festejo a Jacksonville, Florida para cancelar posteriormente de nuevo, ante el aumento de casos positivos por Covid-19 en el sureste del país. La previsión ahora es que 336 de delegados (de los 2.550 previstos inicialmente) lo nominen formalmente en Charlotte, y que el magnate pronuncie un discurso de aceptación desde algún lugar que todavía no ha sido determinado. El mandatario sugirió el miércoles que podría participar desde la Casa Blanca, pero esto genera un conflicto de intereses debido a que la Ley Hatch prohíbe a los trabajadores federales celebrar actividades partidistas en instalaciones pertenecientes al gobierno federal. Esta ley no afecta al presidente Trump, ni al vicepresidente, Mike Pence, pero sí a los demás funcionarios.
La prensa no accederán a la Convención Republicana
También esta semana se supo que los medios de comunicación no tendrían acceso a la Convención Republicana al tener en cuenta que la votación para nominar formalmente al presidente Donald Trump como candidato presidencial republicano, se retransmitiría en directo. Los funcionarios lo concluyeron así por la limitación de la asistencia, debido a las restricciones del distanciamiento social: "No se ha tomado una decisión final y todavía estamos trabajando a través de la logística y las opciones de cobertura de prensa", ha manifestado el director de comunicaciones de Convención Nacional Republicana, Michael Ahrens, en medio de las críticas recibidas por parte de un amplio sector de la prensa y sus reporteros.
Lo cierto es que, aún no está claro cómo se podría desarrollar la fiesta política en el cumplimiento de las pautas estatales, puesto que en los últimos meses, estas han supuesto un punto de conflicto entre lo republicanos y el gobernador demócrata del estado. Carolina del Norte actualmente ha establecido un límite oficial de 10 personas para reuniones en interiores y 25 personas en exteriores.
La recaudación de fondos de campaña de los republicanos es superior a la de los demócratas
Las convenciones nacionales de los partidos que se postulan a la presidencia de Estados Unidos suelen marcar el inicio oficial de la campaña electoral, que este año está batiendo record de recaudación.
Durante el mes de julio, el presidente Trump recaudó para su campaña 165 millones de dólares, mientras que su rival, Biden, alcanzó los 140 millones de dólares. Un monto considerablemente superior al que lograron Hillary Clinton y Donald Trump en las elecciones de 2016, quienes recolectaron 89 y 80 millones de dólares respectivamente durante el mismo periodo.
Comenzando este mes de agosto, la suma de fondos acumulada por los líderes de ambos partidos, supera los 300 millones de dólares en el caso de los republicanos, y alrededor de los 295 millones de dólares en el de los demócratas, conseguidos también con el apoyo de sus respectivos comités nacionales y afiliados. La Comisión Federal Electoral hará públicas las cifras oficiales de recaudación de fondos el 20 de agosto.
Las sumas también sugieren que, incluso en medio de una pandemia que ha limitado las actividades de campaña convencionales, Trump ha invertido hasta ahora más dinero en la campaña que lo que consumido por Biden, quien ha reducido considerablemente los gastos, acumulando así mayor efectivo.
En cualquier caso, tanto el gerente de campaña de Biden como el de Trump, se están mostrando satisfechos con las recaudaciones logradas hasta el momento. "La campaña de Biden está en marcha, aprovechando el increíble impulso de este verano. Impulsados por nuestra creciente comunidad de seguidores de base, estamos expandiendo rápidamente nuestras operaciones en todo el país para crear muchos caminos hacia los 270 votos electorales que necesitamos para derrotar a Donald Trump este otoño y ganar la batalla por el alma de nuestra nación", ha dicho Jen O'Malley Dillon, del bando demócrata.
Por su parte, el gestor del grupo republicano, Billo Stepien, ha declarado que "El entusiasmo que hay detrás de la reelección del presidente Trump continúa creciendo a medida que lo demuestran los totales masivos de recaudación de fondos de julio. Los votantes expresan su apoyo al presidente Trump de muchas maneras diferentes y donar a su campaña es uno de los más personales, porque se sienten invertidos en sus éxitos y en el futuro éxito del país”.
Inversión astronómica en publicidad
Todavía quedan casi 3 meses para la celebración de las elecciones presidenciales el próximo 3 de noviembre. Las millonarias cantidades de dinero que han logrado hasta el momento recolectar los dos partidos, pone a los dos adversarios en una posición prácticamente paralela que les permitirá invertir en la publicidad de innumerables programas de radio y televisión, financiar las campañas de votación así como movilizar a los partidarios e indecisos, incluso en el caso de que en muchos estados se tenga que hacer la votación por internet, debido al coronavirus, algo que por otro lado no satisface al presidente Trump, quien en varias ocasiones ha denunciado un posible fraude electoral en caso de llevarse a cabo de manera online.
La campaña presidencial del demócrata Joe Biden ha reservado 220 millones de dólares para espacios televisivos y 60 millones de dólares en publicidad digital que pondrá en marcha a partir de septiembre, sumando un total de 280 millones de dólares. Esta cifra supone el doble de la cantidad prevista por el equipo del presidente, Donald Trump, quien destinará para su campaña publicitaria 147 millones, aunque aún no ha anunciado la cantidad que destinará a la publicidad en internet. Ambos pueden sumar o reducir las reservas cuando lo deseen.
Las encuestas dan ventaja a Biden en el voto popular
Si bien Trump supera los fondos económicos de recaudación de campaña, en lo que se refiere a las encuestas y la intención del voto electoral, en los últimos meses Biden, ha llevado la delantera. El ex vicepresidente tendría una ventaja de 8.6 puntos sobre Trump, según un promedio de encuestas nacionales realizado por Real Clear Politics.
A finales de julio, los estudios llevados a cabo por Emerson y Economist/YouGov, daban una ventaja a Biden de 4 y 9 puntos respectivamente sobre Trump. Los publicados por The Hill/Harris y Rasmussen Reports, otorgan al candidato demócrata 3 puntos más que al republicano. Otro sondeo también este mismo mes, de Economist/YouGov, dan 9 puntos más a Biden que a Trump. Según estos datos, si las elecciones fueran hoy, Joe Biden sacaría a Donald Trump 6,4 puntos porcentuales de ventaja.
Pero estas encuestas miden la contienda del voto popular y cabe recordar que en la historia de Estados Unidos, cinco candidatos presidenciales obtuvieron más votos que su oponente, pero perdieron las elecciones. La más reciente fue Hillary Clinton, quien en 2016 logró casi 3 millones más papeletas más que el actual presidente Donald Trump.
Y es que, las elecciones en el país no se deciden por el voto popular, sino por un proceso de sufragio indirecto: los candidatos deben conquistar cada estado para sumar electores y obtener al menos 270 votos del colegio electoral de un total de 538.
Además, en el camino a la Casa Blanca, unos estados son más decisivos que otros. Tanto Trump como Biden cuentan con electores de estados considerados “seguros” para sus partidos, como Alabama o California, por lo que, para triunfar, ponen el foco en aquellos que están en disputa, como Michigan o Florida.