El Central Park Tower está ubicada en uno de los barrios más lujosos de Manhattan. Tiene 131 plantas y 472 metros de altura, lo que le convierte en el edificio de viviendas más alto del mundo. El precio para vivir allí es solo apto para multimillonarios, el más barato cuesta unos seis millones de euros y solo tiene dos habitaciones. Para aquellos que quieran tener más espacio pueden llegar a pagar hasta unos 57 millones.
El rascacielos ofrece unas vistas únicas, una arquitectura exquisita y un nivel de servicios al alcance de muy pocos. Con este eficacia residencial, ha cambiado el ‘sky line’ de la Gran Manzana de Nueva York.