Draghi intensifica su agenda internacional para conseguir más gas natural
La agenda que Draghi tiene por delante estará centrada en la guerra, la energía y la estrategia de defensa
Hace semanas que se habla de una visita a Kiev del primer ministro italiano Mario Draghi. Los motivos obvios de seguridad, especialmente tras los ataques sufridos en la visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, impiden que se conozcan los datos del encuentro con Volodimir Zelenski hasta unas horas antes. Pero lo cierto es que se sabe que está en la agenda del premier y que es uno de los puntos centrales de sus próximas semanas.
Una llamada al presidente ucraniano a finales de marzo, la última comunicación oficial de los dos dirigentes, confirmaba una vez más el respaldo inamovible de Italia a la heroica defensa de Ucrania. En palabras del propio Draghi: “Italia está lista para unirse a la creación de un sistema para garantizar el apoyo a Ucrania”.
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Pero antes de llegar a Kiev, Draghi tenía dos citas fundamentales. La primera el 3 de mayo en Estrasburgo donde necesitaba poner en orden los tres temas fundamentales de los próximos meses: la energía, la guerra y la defensa. Como explica el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Salento Federico Russo “tras un periodo de pandemia y un inicio de recuperación económica la emergencia internacional domina la agenda y, no solo eso, es importante entender que el tema de la guerra es muy amplio.
Aquí lo que está en juego son los equilibrios mundiales y la arquitectura de la seguridad internacional”. Es por eso que el nuevo orden internacional no solo estará en el centro de sus viajes de las próximas semanas, también ocupa casi todas sus preocupaciones.
En el discurso, ofrecido el martes ante el pleno del Parlamento Europeo, Draghi se esforzó por sacar algunos de los temas fundamentales para Italia como el, ya defendido en otras ocasiones, techo de gasto para los precios de la energía, que aliviaría la vulnerabilidad de algunas naciones ante la falta de gas ruso y que deberá presentar definitivamente ante los 27 el 30 y 31 de mayo.
Pero, además, hubo otro concepto que Russo destaca como fundamental: el funcionamiento de la UE. “Es muy importante para Draghi la reforma de la Unión Europea, creo que el primer ministro se ha dado cuenta de cuánto es primordial contar con instituciones fuertes, su experiencia en el BCE le ha enseñado esta lección. Ahora se da cuenta de manera dramática como el formato en el que la UE toma decisiones, aunque se hayan dado pasos adelante, no es aún eficaz”, explica.
En el centro de la mesa está el sistema del “derecho a veto” que frena muchas decisiones y que Draghi criticó de forma directa en su discurso europeísta y que, ayudaría, según defendía el primer ministro, a una acogida más rápida de Ucrania en la UE. Esto, insiste Russo, marcará este final de legislatura en este año preelectoral italiano.
La otra gran cita de este mes de mayo es en Washington
Por primera vez desde que formó su Gobiernotécnico, en febrero de 2021, Mario Draghi viaja este 10 de mayo para reafirmar sus buenas relaciones con EE.UU y con el ahora presidente Joe Biden. La tendencia atlantista es una de las bases ideológicas de su mandato en Italia, así lo firmó en el acuerdo de Gobierno que lo llevó al puesto de primer ministro y así lo resaltará en tan solo unos días. “Hablarán del mapa mundial, Biden querrá asegurarse de cuánto pueda garantizar Italia su apoyo en una guerra que puede alargarse mucho en el tiempo”, explica el profesor de políticas. Pero, la estrategia de apoyo militar que defenderá Draghi ante Biden, genera cada vez más grietas en su complicada coalición de Gobierno -compuesta por todos los grupos parlamentarios menos Hermanos de Italia de Giorgia Meloni-.
Es en el ambiente interno donde Draghi encuentra sus mayores barreras en este momento. Durante las últimas semanas el debate sobre el envío de armas ha saltado por los aires. El líder de los Cinco Estrellas, el ex primer ministro Giuseppe Conte, no es la primera vez que muestra con rotundidad su desacuerdo. Ya puso a Mario Draghi ante las cuerdas cuando el Gobierno decidió aumentar el gasto militar hasta el 2% del PIB italiano para alcanzar los acuerdos mínimos de la OTAN y ahora se enfrenta también directamente sobre el envío de armas a Ucrania.
A él se une el líder de la Lega, Matteo Salvini, que ha puesto en duda más de una vez la utilidad del apoyo militar. No han ayudado las recientes declaraciones del Ministro de Defensa Guerini que confirmaba la línea de apoyo a Kiev del Gobierno con el envío de medios armamentísticos y con estas palabras: “Seguiremos apoyando a Ucrania en su defensa también con dispositivos capaces de neutralizar las posiciones desde las que Rusia bombardea indiscriminadamente ciudades y población civil”.
Para algunos esa frase representa la intervención práctica de Italia en el conflicto y el malestar no deja de crecer. “En este momento en Italia tenemos, más o menos, mitad de la población que apoya la estrategia de Draghi y otra mitad que pone en duda que el envío de armas pueda resolver el conflicto y, no solo eso, que es sumamente escéptica con la leadership americana”, argumenta Russo.
El presidente argelino en Roma
Aún así, la agenda de Draghi no se frena y sobre el frente energético el 26 de mayo recibirá al presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune en Roma tras aprobación del pacto para el aumento de las importaciones de Gas Natural por más de nueve millones de metros cúbicos para solventar la falta de gas ruso. Y en unas semanas se celebrará otro de los eventos fundamentales del año en la cumbre de la OTAN que acogerá Madrid el 29 de junio -con la antesala dos días antes del G-7 en Baviera-. Para aquellas fechas no se espera que la polémica sobre el envío de armas vaya a amainarse. “La división más grande este momento en la coalición de Draghi es sobre la política internacional y eso tiene unas profundas raíces históricas que no van a resolverse con facilidad.
La posición de Italia dentro de la OTAN es contestada en el Gobierno pero Draghi, con esa visión tan pragmática de la realidad que tiene siempre sabe que sin su apoyo Italia y Europa no estarían preparadas para una defensa efectiva. Es por eso que el primer ministro italiano da los primeros pasos para poner la posibilidad de un cuerpo militar europeo en el centro del debate. La estrategia de reforzar a Europa es más necesaria que nunca y Mario Draghi es consciente pero, para eso, sabe que aún queda mucho trabajo de consenso”, finaliza el experto.