Las Bahamas convertidas en un infierno tras el paso del huracán Dorian, donde han muerto una veintena de personas y las autoridades creen que esta cifra va a ir en aumento a lo largo de los días. El norte del archipiélago ha quedado completamente destruido por las inundaciones y los vientos de casi 300 kilómetros por hora que arrasó con todo.
Los barcos apiñados unos sobre otros y algunos han aparecido en medio del campo. Las 70.000 personas que viven en las islas caribeñas, necesitan ayuda "inmediata", especialmente en las islas Ábaco y Gran Bahama, según la ONU. Algunos heridos han sido trasladados a la capital, Nasau, donde se suceden las escenas de dolor.
El coordinador para Asuntos Humanitarios y Respuesta de Emergencia de Naciones Unidas, Mark Lowcock, ha expresado que ha indicado al primer ministro, Hubert Minnis, que enviará "un millón de dólares para el fondo de respuesta ante la emergencia existente".
Las palabras de Lowcock han tenido lugar después de que este viajará a Bahamas para reunirse con Minnis en Nasau y hablar de la ayuda y el apoyo que la ONU puede ofrecer.
Dorian continúa su avance inexorable hacia la costa de Estados Unidos y desde el Despacho Oval, el presidente Trump se ha mostrado optimista, porque Florida se ha librado del zarpazo y espera que, con un poco de suerte, solo rozará Carolina del Norte y del Sur.