En medio de las críticas de su discurso y sus acusaciones contra los inmigrantes tras los ataques perpetrados en los últimos días en el país, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que su retórica "une a la gente”.
"No creo que mi retórica haga eso", ha dicho, en respuesta a una pregunta sobre si considera que incita a la violencia. "Creo que mi retórica une a la gente. Nuestro país lo está haciendo realmente bien", ha manifestado.
Así, ha reiterado que el país "necesita leyes firmes sobre la inmigración", si bien ha manifestado que Washington "quiere permitir a millones de personas entrar en el país, ya que los necesita". "Creo que las fronteras abiertas son algo terrible", ha añadido.
"Creo que necesitamos inmigración legal, no inmigración ilegal", ha recalcado Trump, quien visitará durante la jornada las ciudades de Dayton y El Paso, escenario de dos ataques durante el fin de semana que se saldaron con al menos 31 muertos.
Trump ha expresado además su "preocupación" ante "cualquier tipo de odio". "No me gusta, ya sea supremacismo blanco o cualquier otro tipo de supremacismo, ya sea ANTIFA o cualquier otro grupo de odio. Me preocupa y haremos algo", ha sostenido.
El presidente estadounidense ha descrito además a los políticos que le están criticando como "personas que intentan ganar puntos". "Es gente que busca ganancias políticas", ha añadido.
Por otra parte, ha apostado por endurecer las normativas sobre la compra y posesión de armas, especialmente los controles sobre el pasado de los compradores. "Tenemos que asegurarnos de que personas muy enfermas no portan armas", ha zanjado.
Las críticas contra Trump por su discurso sobre migrantes y otras minorías del país ha aumentado a raíz de los ataques en El Paso, en el estado de Texas (sur), y Dayton, en Ohio (norte). La retórica de Trump ya había estado en el ojo del huracán días antes por sus ataques verbales contra cuatro congresistas demócratas.
El ataque en El Paso fue ejecutado por un joven de 21 años identificado como Patrick Crusius, quien abrió fuego de forma indiscriminada en un centro comercial de la ciudad.
Las autoridades sospechan que actuó motivado por motivos raciales y tratan el caso como terrorismo, después de que el atacante dejara un manifiesto publicado en el que aseguró que actuaba motivado por la "invasión hispana de El Paso". La ciudad fue parte de la República de México hasta 1848, como parte del tratado de Guadalupe Hidalgo.
La Fiscalía de Texas considera el atentado como un caso de terrorismo y buscará la pena de muerte para su autor, según hicieron saber el domingo los abogados del Estado en rueda de prensa.
Unas 13 horas después del ataque en El Paso, otro joven armado, Connor Betts, de 24 años, mató a nueve personas en el centro de Dayton, en Ohio, antes de morir tiroteado por las fuerzas de seguridad.
La Policía ha evitado especular con los motivos de Betts, aunque ha reconocido que tenía un pasado conflictivo y había amenazado a compañeros de instituto.
Decenas de personas se han manifestado este miércoles en la ciudad estadounidense de Dayton, en Ohio, ante la llegada del presidente, Donald Trump, para visitar a los heridos en el ataque ejecutado el domingo, que se saldó con nueve muertos.
Varios de los presentes han portado carteles en los que se podía leer 'Bienvenido a Toledo' o 'Presidente Cheeto, no somos Toledo', en referencia al error de Trump durante su comparecencia de prensa del lunes, cuando expresó sus condolencias a "los fallecidos en Toledo", en lugar de Dayton.
Asimismo, otros manifestantes han mostrado pancartas en las que se podía leer 'Haz algo', 'Prohíbe las armas de asalto', 'Necesitamos control de armas, no pensamientos y rezos' y 'La presencia de Trump sólo empeora nuestro trauma'. Los manifestantes han colocado además un globo de grandes proporciones imitando a Trump.