Trump se queda solo tras Charlottesville
Este lunes el presidente y consejero delegado de Merck ha presentado su renuncia a presidir el Comité de Asesores empresarial del presidente Trump por las “tibias declaraciones del comandante en jefe durante el fin de semana”.
Al comunicado oficial, Trump ha respondido en Twitter con una nueva amenaza asegurando “que será más fácil bajar los precios de los medicamentos”.
Trump, durante el fin de semana tuiteaba que condenaba todos los actos de violencia en Estados Unidos, pero no nombraba específicamente los movimientos racistas supremacistas blancos, causantes de los disturbios del fin de semana. La crítica ha subido de tino durante el fin de semana, acusando a Trump de ser igual de “equidistante” con estos movimientos racistas, que lo fue el presidente Obama con el islamismo radical (que no nombró en sus ocho años de presidencia).
Estas, iban a ser unas vacaciones largas –de dos semanas– y el presidente de Estados Unidos no ha estado hasta el momento ni un solo día sin dar un titular alternando Twitter con las ruedas de prensa. En la primera semana de “vacaciones” le explicó a Corea del Norte que Estados Unidos está preparada para atacar Pyongyang si estos osan lanzar hasta cuatro misiles sobre la isla de Guam en el Pacífico. De hecho, se incrementan los contactos diplomáticos para pedir a China que se haga cargo de Corea del Norte tras 25 años de amenazas, y tras conocerse que Corea del Norte tiene la tecnología nuclear necesaria para poderla instalar en cabezas de misiles. La tecnología nuclear no se consigue en 8 meses, por lo que Donald Trump cree que el presidente Obama le mintió porque no le avisó de que las agencias de Inteligencia estadounidenses lo sabían y no se hizo nada, ni se le comunicó a los aliados.
El otro frente abierto se llama Venezuela. En lo que algunos analistas consideran un gesto hacia China, Donald Trump advertía en rueda de prensa que “no descarta nada, incluida una intervención militar en Venezuela”, porque Estados Unidos no va a permitir que no haya democracia y elecciones libres en Venezuela. Dicen los expertos que el mensaje es claro, las potencias se tienen que hacer cargo de sus “zonas de influencia”: China de Corea del Norte y Estados Unidos del eje Cuba- Venezuela. De hecho el vicepresidente Mike Pence, de gira por América Latina aseguraba en Colombia que Estados Unidos no permitirá una dictadura nueva en la región.