El documental "Caminos de Paz" fue realizado por el periodista colombiano Jorge Enrique Botero, quien participó como garante en la misión, que estuvo liderada por la senadora colombiana Piedad Córdoba y coordinada por Cruz Roja Internacional.
En aquella fecha, Botero denunció desde la selva a Telesur, mediante un teléfono vía satélite, que la operación de entrega, que se retrasó nueve horas, estuvo a punto de ser abortada debido al "constante seguimiento" de las Fuerzas Armadas colombianas mediante aviones del Ejército.
El programa, de una hora, mostró cuando la misión humanitaria llegó a un descampado en el que la esperaban miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y donde se escuchó, en un determinado momento, el sonido de aviones en vuelo que, sin embargo, no se vieron en las imágenes que se hicieron del cielo.
"La señora Piedad Córdoba que llame a Bogotá y transmita que como hay sobrevuelos en el área no hay ninguna entrega", dijo un guerrillero a Cristophe Beney, el representante de Comité Internacional de la Cruz Roja en la operación.
Ese fragmento fue intercalado con una grabación de unas declaraciones públicas del Comisionado de Paz colombiano, Luis Carlos Restrepo, en las que aseveró que "tampoco ha habido ningún tipo de seguimiento con aeronaves como se ha dicho".
"Dile que el operativo para recibir a las personas está caído porque hay sobrevuelos en el área", dijo Córdoba por radio a algún representante del Gobierno colombiano, que no fue identificado, según se mostró en el documental.
Posteriormente, se ve a Beney cuando habla con un guerrillero y le explica que "efectivamente, hubo unos vuelos desde la bases 'Tres Esquinas' pero ya han sido retirados".
Tras superar el escollo, se mostraron las imágenes de la liberación de los cuatro rehenes, en las que abrazan emocionados a la senadora Córdoba y le agradecen sus gestiones.
El gobierno colombiano, que negó en principio la denuncia de los sobrevuelos en la zona de liberación, aunque más tarde admitió que los hubo por un "error de buena fe", criticó al periodista por "no respetar los protocolos humanitarios".
"Lo que hice, lo hice pensando en salvar la operación de liberación de las personas que estaban allí", declaró Botero en una entrevista publicada hoy en la página de Internet de Telesur, canal multiestatal con sede central en Caracas.
A su llegada a Villavicencio (Colombia) junto al resto de la misión, el periodista aseguró tener "pruebas fehacientes" en audio y vídeo de los sobrevuelos "notorios, abundantes y reiterativos" que, según comentó, se produjeron durante dos horas mientras tenía lugar la entrega y que "por poco dan al traste" con las liberaciones.
En la entrevista difundida hoy denunció las "serias amenazas que vienen desde el altísimo gobierno, desde el mismísimo Presidente" (Álvaro Uribe) que "acusa de ser publicistas del terrorismo, cómplices de la guerrilla" y "miembros del cartel intelectual de las FARC" a los periodistas que, como él, entrevistan a los actores del conflicto armado.
En su opinión, esta situación crea "un clima de estigmatización, de señalamientos" sobre los periodistas que "le hace un gran daño a la libertad de expresión, a la libertad de prensa y al prestigio" de la profesión.
La operación se saldó con la liberación del soldado del Ejército William Giovanny Domínguez, secuestrado el 20 de enero del 2007, y los policías Walter José Lozano, Alexis Torres y Juan Fernando Galicia, estos últimos miembros de la unidad antisecuestro y cautivos desde el 9 de junio del mismo año.
La siguiente fase de la misión se cumplió dos días después con la liberación del ex gobernador del Meta Alan Jara y dos días más tarde con la puesta en libertad del ex diputado Sigifredo López.