El teatro de Mariúpol ha quedado reducido a escombros casi en su totalidad. Una bomba de grandes dimensiones caía sobre él en la tarde de este miércoles. El avión ruso que la lanzó debió de ver casi sin duda la palabra "niños" escrita en ruso y en letras gigantes en los dos laterales del edificio.
Y niños había, en efecto. Decenas de ellos. Los vimos hace días en unas imágenes grabadas en el interior del teatro. Repleto también de mujeres que acompañaban a los menores. Y de algún soldado ucraniano. Su situación ya era límite. Sin apenas alimentos ni medicamentos, con la luz únicamente de algunas velas y con gente ya enferma.
La buena noticia, si es que esa expresión puede utilizarse, es que parece que todos ellos estaban en el refugio antiaéreo del sótano cuando cayó la bomba Una diputada ucraniana ha confirmado que ya han sido rescatadas con vida 130 personas. Y que esperan que la inmensa mayoría haya sobrevivido.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró ayer que ellos no atacaron el edificio. Incluso se atrevieron a culpar a los ucranianos, al Batallón Azov concretamente, de haber sido los responsables de volarlo. La misma respuesta que dieron tras arrasar la Maternidad de un hospital.