Ha salido a la luz un diario nazi que estuvo en posesión de una sociedad secreta durante décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial donde se detalla con un mapa la ubicación de más de 30 toneladas de oro que los nazis ocultaron.
El diario fue escrito hace 75 años por un oficial de Waffen Schutzstaffel (SS) usando el seudónimo ‘Michaelis’, en él describió los planes del comandante nazi Heinrich Himmler para esconder riquezas, artefactos y obras de arte europeas de valor incalculable, afirma Livescience.
El diario enumeraba 11 sitios donde los nazis ocultaban oro robado, joyas, pinturas y objetos religiosos. El lugar al que hace referencia que es un pozo abandonado que se extiende a casi 60 metros bajo tierra, debajo del Palacio Hochberg del siglo XVI en el pueblo de Roztoka, en el suroeste de Polonia.
Se cree que el oro en el fondo del pozo proviene del Reichsbank en la ciudad polaca de Breslau (ahora Wrocław) y se estima que vale miles de millones de euros.
Durante décadas después de la guerra, el diario ‘Michaelis’ se mantuvo en secreto, escondido en la ciudad de Quedlinburg, Alemania. Estaba en posesión de una logia masónica que ha existido como una sociedad secreta durante más de 1.000 años y contó con oficiales nazis de élite entre sus miembros durante la época del Tercer Reich.
Uno de sus miembros, supuestamente, era ‘Michaelis’, que controlaba el transporte nazi en el suroeste de Polonia, señaló la televisión de polaca. Los miembros de la logia en años posteriores incluyeron descendientes de oficiales nazis.
Pero en 2019, el albergue entregó el diario a una fundación polaca llamada Silesian Bridge. La fundación anunció en marzo del año pasado que había recibido el diario de sus "socios" alemanes, los miembros de la logia en Quedlinburg, que regalaron el diario al pueblo de Polonia como "una disculpa por la Segunda Guerra Mundial"
Incluido con el diario había un mapa que supuestamente señalaba la ubicación del pozo en los terrenos del Palacio Hochberg donde estaba escondido el tesoro nazi, dijo a la televisión polaca Roman Furmaniak, un representante del Puente de Silesia. Documentos adicionales sugieren que después de que los nazis escondieron sus riquezas asesinaron a los testigos, arrojaron los cuerpos en el pozo y luego detonaron explosivos para sellar la entrada, Furmaniak afirmó.