Un niño de cinco años se metió dentro de una lavadora en marcha, sin que su madre se diera cuenta. La máquina empezó a llenarse de agua y se puso en marcha. Rápidamente y en cuanto se dio cuenta la madre, aseguró, sacó a su pequeño.
Todo, según indicó la mujer, fue un despiste. Ella aseguró que le había dado un vaso de leche al niño y que creyó que estaba dormido. Pero la policía de Elwood (Estados Unidos) no cree su versión y la creen culpable. Heather Oliver, de 30 años de edad, fue detenida hace unos días, informa The Sun.
Tras lo ocurrido, Oliver llamó al padre del niño quien, según los informes, dejó el trabajo de inmediato y llevó a su hijo al hospital. La policía acudió al centro hospitalario y después investigó el domicilio familiar. Según los agentes, no había signos de violencia, pero tampoco rastro alguno de eche en la casa.
Los policías también revisaron la cama del niño para ver si Oliver podría haber creído razonablemente que vio a su hijo dormir mientras caminaba hacia la cocina esa mañana. Pero los oficiales dijeron que no se encontró nada que pudiera parecer que su hijo estaba acostado allí.
El padre del niño confesó que no llamó a la policía cuando llegó a casa porque era más rápido que llevase él mismo a su hijo al hospital.
Muchos indicios que apuntaba a que algo no iba bien en el núcleo familiar. Las sospechas de la policía se incrementaron cuando el niño les confesó que su "Mamá no era buena".Cinco meses después, Oliver ha sido detenida y las investigaciones continúan.