El italiano Roberto Guglielmi llevaba una doble vida desde hacía más de una década. Todo comenzó en 2007, cuando junto con un cómplice recreó un falso accidente de automóvil por el que falsificando un historial médico, comenzó a pasar por parapléjico para doctores y amigos.
Con tal de seguir cobrando la pensión por invalidez, en total recibió indebidamente más de 137.000 euros, Roberto llevó su mentira hasta extremos sorprendentes. Desde Reppublica aseguran que el acusado además de ir en silla de ruedas, en algunas ocasiones se inyectaba lidocaína para debilitar el tono muscular de las piernas y se sometía a terapias traumáticas.
El engaño llegó hasta el Vaticano, donde en 2015 el presunto estafador llegó a tener una audiencia con el Papa tras haberle emocionado con su historia al escribirle una carta.
A través de las grabaciones y testimonio de excuidadores, el teatro de Roberto cayó por sí mismo, cuando a través de las imágenes se le pude ver caminando sin problema. La policía de Florencia lo detuvo tras volver de un viaje a Togo, en el que le pudieron ver bajar por su propio pie las escaleras del avión.